El nuevo socio israelí de Defensa fue condenado en India por sobornos y arma a las dictaduras
Ha ganado la subasta para hacerse con un contrato de 68 millones de euros por suministrar munición a las Fuerzas Armadas. Recibe inyecciones millonarias de dinero público
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JERUSALÉN.- El ministerio de Defensa ha aprobado la adquisición de millones de cartuchos para el ejército que fabricará Israel Military Industries (IMI), una empresa gubernamental israelí con una larga trayectoria en la venta de armas a dictaduras latinoamericanas.
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“Para nosotros es imposible competir con empresas subvencionadas que ofertan precios temerarios”, comenta el presidente del comité de empresa de Nammo Palencia
IMI, la principal industria suministradora de armas y municiones del Ejército de tierra israelí, ha recibido numerosas inyecciones de dinero público e incluso ha firmado un acuerdo con el ministerio de Defensa de Israel mediante el que este organismo se compromete a comprar a IMI armas y municiones por un importe no inferior a 130 millones de euros anualmente.
El negocio de las dictaduras
Varias organizaciones de derechos humanos han denunciado durante años la venta de armas y municiones por parte de IMI a dictaduras de todo el mundo. Entre los casos conocidos se encuentra el de Guatemala, que sufrió un embargo de armas de Estados Unidos en 1979, durante la presidencia de Jimmy Carter. A partir de ese momento
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La empresa israelí ha vendido armas a la Junta Militar argentina, el Chile de Pinochet, la Nicaragua de Somoza, la Filipinas de Marcos o al actual Gobierno de Guinea Ecuatorial
Otro cliente privilegiado de Centroamérica fue el dictador nicaragüense Anastasio Somoza. Cuando Somoza fue depuesto por los sandinistas en 1979, IMI había relevado a Estados Unidos y era el único proveedor de armas de esta dictadura.
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IMI es una empresa pública con grandes pérdidas. Los gobiernos israelíes han invertido mucho dinero en ella, a veces en conceptos de préstamos que no han sido reembolsados
A pesar de estas exportaciones, IMI es una empresa pública con grandes pérdidas. El balance de cada uno de los diez últimos años se ha cerrado con cuantiosos déficits. Los sucesivos gobiernos israelíes han invertido mucho dinero en IMI, a veces mediante préstamos no reembolsados.