Segregación entre mujeres judías y árabes en los hospitales israelíes
"Ahí viene otro terrorista"
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JERUSALÉN – La discriminación que existe en numerosos ámbitos de la vida en Israel ha vuelto a primera línea esta semana, después de que una investigación de la radio pública haya verificado que en la mayoría de los hospitales se segrega en habitaciones separadas a las mujeres judías y árabes que acaban de dar a luz.
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"No se puede probar nada porque todo se justifica por necesidades médicas", ha dicho a Haaretz una enfermera judía del Hadassah del Monte Scopus. La primera vez que ella fue al trabajo derivó a una parturienta árabe a la mejor sala de operaciones del hospital, que en ese momento estaba libre, y sus compañeras más veteranas le advirtieron que a las mujeres árabes no les correspondía esa sala.
"Ahí viene otro terrorista"
Un comentario frecuente en la sala de operaciones cuando acaba de parir una mujer palestina es "Ahí viene otro terrorista". No obstante, en los hospitales israelíes trabajan médicos y enfermeras judíos y árabes dentro de prácticamente todos los departamentos simultáneamente, una circunstancia que convive con lo que algunos comentaristas califican de “racismo” y “segregación”.
“Mi esposa no quiere estar al lado de alguien que acaba de dar a luz a un niño que dentro de veinte años querrá matar a su hijo”
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El informe ha sido bastante aireado por la prensa pero la clase política ha pasado de puntillas sobre el asunto, excepto en el caso del diputado Bezalel Smotrich, de la Casa Judía, quien ha justificado la discriminación.