Secuestro de cinco franceses en una mina de Níger
Se teme que Al Qaeda haya capturado a siete empleados de un yacimiento de uranio
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Tres semanas después de la liberación de los dos cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania durante nueves meses, siete personas desaparecieron ayer en el desierto del Sahel, en el norte de Níger. Los nuevos rehenes son cinco franceses, un togolés y un malgache que trabajaban en la mina de uranio del grupo nuclear Areva y de la empresa Satom, en Arlit, al noroeste del país. "Fueron secuestrados por un grupo armado entre las dos y las cinco de la mañana. Habían salido sin escolta y un grupo de hombres en cinco vehículos pick-up los sorprendieron", informaron las autoridades de Níger.
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"Todos los servicios del Estado están movilizados, en particular el centro de crisis del Departamento de Exteriores y la embajada francesa en Niamey [la capital de Níger], explicó el Ministerio de Exteriores de Francia, aún conmocionada por el asesinato, en julio, de Michel Germaneau, un cooperante de 78 años también secuestrado en Níger. Tras tres meses de cautiverio, Germaneau fue ejecutado por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Las autoridades francesas no hablaron ayer de la rama magrebí de la organización de Bin Laden, mientras que fuentes nigerinas indicaron que los captores "hablaban árabe y tamachek [idioma de los tuareg] y se fueron hacia Inabangaret [en la frontera con Argelia y Malí]". "Puede ser obra de facciones de AQMI o de bandidos ligados al yihadismo".
En julio, cuatro empleados de Areva fueron secuestrados, aunque sólo unas horas, por rebeldes tuareg. La compañía prometió reforzar la seguridad de la mina, donde trabajan unas 2.500 personas. Los yacimientos de uranio de Arlit son estratégicos, ya que proporcionan gran parte del combustible de las centrales nucleares que generan el 80% de electricidad que consume Francia.