Roma sale a la calle contra la austeridad y por el empleo
Decenas de miles de italianos exigen al nuevo gobierno de Enrico Letta que priorice la creación de empleo con más inversión pública y que se aleje de la senda de recortes impuesta por Mario Monti
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Decenas de miles de personas ha salido a las calles de Roma este sábado contra las políticas del reciente Gobierno italiano y exigieron al nuevo primer ministro, Enrico Letta, que abandone las medidas de austeridad y se concentre en crear empleos para sacar al país de la recesión en el que se encuentra sumido.
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Según el diario la Repubblica, unas 100.000 personas se concentraron en la plaza de la República, en la primera protesta multitudinaria que se produce con el nuevo Ejecutivo de coalición, aunque fuentes policiales reducen el número de los presentes a unas 15.000 personas.
La manifestación, convocada por la Federación de Operarios Metalúrgicos (FIOM) y apoyada por otros sindicatos y varias fuerzas de la izquierda, partió de la plaza de la República hacia la plaza de San Juan de Letrán con los participantes que corearon lemas como "No podemos esperar más" o "las fábricas bajo el control de los empleados".
La manifestación exigía un cambio a favor de la creación de empleo como prioridad frente a valores como la refinanciación de la deuda, explicó el líder de la FIOM, Maurizio Landini.
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Según las últimas encuestas, la confianza en la coalición que Letta intenta mantener unida con el partido Pueblo de la Libertad (PDL) del ex primer ministro Silvio Berlusconi, retrocede, con un porcentaje de aprobación de poco más del 30% por ciento.
Los líderes sindicales dijeron que necesitaba distanciarse de la agenda de austeridad del ex primer ministro Mario Monti, que introdujo una serie de recortes de gastos, aumento de impuestos y reforma de las pensiones para mejorar las finanzas públicas.
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"Necesitamos comenzar de nuevo con más inversión. Si no reiniciamos con inversiones públicas y privadas, no habrá empleos nuevos", dijo Maurizio Landini, secretario general del sindicato izquierdista de trabajadores del metal.
A los manifestantes no les ha frenado el hecho de que ayer el nuevo Gobierno italiano aprobara sus primeras medidas de calado, comenzando por la suspensión temporal del pago de la cuota de junio del impuesto sobre la primera vivienda.
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El Consejo de Ministros aprobó ayer un decreto ley por el que queda suspendido el pago de esta tasa a la vivienda habitual, a la espera de que, antes del próximo 31 de agosto, se reforme este impuesto, lo que, de no ocurrir, obligaría a que la cuota ahora suspendida se tuviera que pagar a partir del 16 de septiembre.
Además Letta anunció un monto de unos 1.000 millones de euros para refinanciar el fondo público para los expedientes de regulación de empleos temporales, provenientes, entre otros, de fondos comunitarios y recortes de gasto en los distintos Ministerios.
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Italia está atrapada en su mayor recesión desde que comenzaron los registros trimestrales en 1970, y la tasa de desempleo está cerca de máximos récord, con un paro juvenil de alrededor del 38%.
Otros manifestantes se mostraron pesimistas con que el frágil gobierno de Letta pudiera llevar a cabo acciones efectivas. "Este Gobierno durará muy poco tiempo", pensaba el manifestante Marco Silvani. "Lo que necesitamos es un nuevo partido de izquierdas que luche por los derechos de la gente", dijo.
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