Raúl Castro rechaza las "terapias" europeas para el modelo económico de Cuba
El presidente cubano insta a EEUU a establecer "relaciones civilizadas", pocos días después de su histórico apretón de manos con Obama en en funeral de Mandela
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El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha abogado por renovar el modelo económico de la isla "sin prisa pero sin pausas" y ha rechazado las tesis que apuestan por "terapias de choque al estilo europeo" para abrir la economía cubana. En la clausura de la sesión del Parlamento, Castro ha apostado por una actualización tranquila del sistema económico que impera en Cuba, si bien ha enfatizado que el Gobierno no realizará ajustes en los proyectos sociales del país. "Ni la llamada dirección histórica de la revolución, ni las nuevas generaciones permitirán que se pierda esta obra", ha argumentado Castro.
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Como parte de esta "actualización", el mandatario cubano ha anunciado una sesión de debate extraordinaria en la Asamblea Nacional para aprobar una nueva Ley de Inversión Extranjera para marzo del año que viene. A la par, dos meses antes, Cuba inaugurará la primera fase del polígono de la zona especial de desarrollo de Mariel, situada al oeste de La Habana, con una terminal de contenedores, en cuya construcción ha colaborado Brasil. Mariel está destinado a ser un "polígono de experimentación de modernas tecnologías y métodos de gestión empresarial", según ha informado el diario oficial Granma.
Por otra parte, Castro ha destacado la importancia del Código del Trabajo, refrendado este viernes, con especial énfasis en la productividad y la disciplina laboral, y la de los Presupuestos para el año que viene. Éstos están basados en la previsión de crecimiento para 2014 del 2,2% del Producto Interior Bruto (PIB) que, según ha deslizado Castro, "no satisface en lo absoluto las necesidades del país, pero que se aviene realistamente a la situación interna y externa que enfrentamos". La economía cubana ha crecido un 2,7% del PIB este año, frente a las previsiones gubernamentales del 3,6%.
Frente a este contexto, el presidente Castro ha mantenido que "la credibilidad internacional de la economía cubana prosigue en ascenso", mientras que ha señalado la necesidad de "potenciar" las exportaciones cubanas.
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Otro de los pilares de la renovación del modelo económico cubano es la unificación monetaria y cambiaria de CUC y CUP tanto en efectivo como en cuentas bancarias. En este sentido, el mandatario cubano ha lanzado un mensaje de tranquilidad, aseverando que no afectará a aquellos que tengan dinero en ambas divisas de forma lícita. A su juicio, esta medida "no resuelve todos los problemas" monetarios y cambiarios de Cuba, pero es un "paso decisivo" en las transformaciones del país para "construir un socialismo próspero y sostenible, menos igualitario pero más justo".
El presidente estadounidense Barack Omaba saluda a su homólogo cubano Raúl Castro, el presencia de la brasileña Dilam Rousseff, en el funeral de Nelson Mandela. REUTERS
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Además, Castro, ha pedido a a EEUU a establecer "relaciones civilizadas" respetando mutuamente sus diferencias políticas, en un gesto conciliador hacia su viejo enemigo de la Guerra Fría. Washington y La Habana están enfrentados desde poco después de la revolución que llevó a Fidel Castro al poder en 1959, pero las recientes negociaciones entre las dos naciones en temas de inmigración, servicios de correo postal y prevención de desastres, han sido inusualmente fructíferas. "Si en los últimos tiempos hemos sido capaces de sostener algunos intercambios sobre temas de beneficio mutuo entre Cuba y los Estados Unidos, consideramos que podemos resolver otros asuntos de interés", ha dicho Castro.
Pese a los tímidos avances en la relación, Estados Unidos aplica a la isla comunista un embargo económico desde hace más de medio siglo y los países no tienen relaciones diplomáticas. Washington financió una fallida invasión a Cuba en 1961 y, según las autoridades cubanas, ha tramado más de 600 intentos de asesinato contra Fidel Castro. Pero el líder cubano sobrevivió y gobernó durante casi 50 años hasta enfermar en 2006 y transferir el poder a su hermano menor y mano derecha, Raúl. El mandatario cubano, de 82 años, reiteró la disposición de su Gobierno para sostener un diálogo respetuoso con Washington.
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"No reclamamos a Estados Unidos que cambie su sistema político y social, ni aceptamos negociar el nuestro. Si realmente deseamos avanzar (...) tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas", ha declarado Raúl Castro ante los diputados cubanos. Sus palabras llegan pocos días después de un inédito apretón de manos con el presidente Barack Obama en los funerales por Nelson Mandela en Suráfrica, una imagen que dio la vuelta al mundo y fue interpretada como un gesto de acercamiento entre los enemistados países.