Ratzinger explica que, a falta de recuperación económica, siempre queda Dios
El Papa afirma que "la esperanza no se basa en pronósticos improbables ni en previsiones económicas"
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El papa Benedicto XVI ha señalado que en este 2010 "no faltan" problemas ni en la Iglesia ni en el mundo pero resaltó que "gracias a Dios, la esperanza no se basa en pronósticos improbables ni en previsiones económicas".
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El Papa así lo manifestó ante varios miles de fieles que ayer sábado asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al tradicional rezo del Ángelus dominical.
Benedicto XVI insistió en que la esperanza de la humanidad se basa en que la historia tiene sentido porque está llena de la sabiduría de Dios.
"Nosotros confiamos en que Jesús reveló de un modo definitivo su voluntad de estar con el hombre y de compartir su historia para guiarnos a todos a su Reino de amor y vida", agregó.
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Asimismo, tras el Ángelus, el Papa recordó la apertura de la Puerta Santa de la catedral de Santiago de Compostela (España) que ha dado comienzo al Año Santo 2010 e invitó "a todos" a dejarse "iluminar por Cristo y por la luz del mundo y renacer así la esperanza en una nueva vida y en un mundo nuevo lleno de paz y de concordia".
El Papa recordó la apertura de la Puerta Santa de la catedral de Santiago
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Benedicto XVI hizo hincapié en que por la puerta de la catedral de Santiago "pasan desde hace muchos siglos multitud de peregrinos en busca de la luz de la fe y de la gracia del perdón".
El Pontífice aprovechó la ocasión para renovar sus deseos para este nuevo año y recalcó además que 2010 será "más o menos bueno en la medida que cada uno, según sus propias responsabilidades, sepa colaborar con la gracia de Dios".