Radio y TV griega como símbolos de resistencia frente a los recortes
Desde que el anterior Gobierno decretara el cierre de la radiotelevisión pública de Grecia (ERT), sus trabajadores han mantenido las emisiones en régimen de autogestión. Ahora se espera que Syriza cumpla una de sus promesas electorales: la reapertura de ERT y la readmisión de todos los despedidos
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ATENAS.- "Está entrando en el espacio de la ERT liberada", informa un cartel situado a la entrada del estudio de ERT-OPEN en Atenas. Allí espera George Yioukakis, vicepresidente del sindicato de periodistas de Atenas y trabajador de ERT desde 1987. "Toda una vida", bromea, durante la cual ha recorrido cada día los pasillos de la sede de la radiotelevisión ahora liberada, abarrotados de fotos que dan testimonio de los meses de lucha y solidaridad que siguieron al cierre del canal.
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Con el cierre de ERT, Samaras cruzó en solitario una línea que ni la dictadura se había atrevido a traspasar
A pesar de los motivos de índole financiero que expuso Samaras para justificar el cierre de ERT, George insiste en que se produjo "por razones estrictamente políticas" y no duda en calificarlo de "golpe de estado" a la democracia. "Nuestra respuesta, por tanto, no podía no ser política", añade.
"La forma en la que se llevó a cabo el cierre recordaba a un golpe de estado", comenta uno de los trabajadores
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Durante seis meses, los trabajadores de ERT ocuparon las instalaciones de la televisión pública manteniendo la señal de transmisión. Hasta que el 7 noviembre, a las 4 de la madrugada, una violenta irrupción de unidades antidisturbios desalojaba a los trabajadores del edificio. Syriza no dudó entonces en equiparar el desalojo a la entrada de los tanques en el Instituto Politécnico durante la dictadura de los coroneles.
Esa noche, el telediario principal se emitió desde la calle, bajo la atenta vigilancia de la policía. "La forma en la que se llevó a cabo el cierre recordaba a un golpe de estado. Después de eso decidimos que ERT no podía desaparecer y luchamos para seguir informando de forma independiente. Los trabajadores recuperamos la cadena en un régimen de autogestión. Durante todo este tiempo ninguno hemos recibido un salario. Sin embargo, la lucha de los trabajadores de ERT no busca exclusivamente la restitución de los puestos, es sobretodo una lucha política", cuenta George. "Nada de esto hubiese sido posible sin la solidaridad activa de todo el pueblo griego. Sin ellos jamás nos hubiesemos embarcado en esta aventura de autogestión", añade.
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"La decisión del cierre fue la primera medida que se atrevió a tomar el Gobierno y que se encontró al pueblo organizado de frente para impedirlo"
Los que se quedaron no lo tuvieron fácil. "Algunos llevábamos más de 30 años de oficio en la televisión pública, otros tenían a sus parejas también aquí, o a sus hijos, por lo que se quedaron sin ingresos en casa", explica George. Esta decisión, "netamente política", insiste, acarreó graves problemas financieros y de subsistencia para gran parte de la plantilla: "Durante el primer año contábamos con las prestaciones de desempleo ─400 euros al mes─ después de eso, sin ingresos en casa, muchos tuvimos que recurrir a los bancos de alimentos", confiesa una trabajadora de la emisora.
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La lucha de los trabajadores de la ERT se ha convertido así en un símbolo de la resistencia del pueblo griego a los recortes del Gobierno de Samarás. "La decisión del cierre fue la primera medida que se atrevió a tomar el Gobierno y que se encontró al pueblo organizado de frente para impedirlo", recuerda George. "Esta es nuestra historia. Y también la herencia que dejamos a nuestros hijos", añade.