Protestas Una semana de violencia y represión policial proyectan un marzo convulso en Chile
La semana pasada fallecieron cinco personas en las protestas por la muerte de un hincha atropellado por Carabineros.
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santiago de chile,
Hay un presentimiento generalizado en Chile de que marzo será un mes socialmente agitado. Lo pronostica la gente en las conversaciones de la calle; los políticos y líderes sociales e incluso las encuestas. La última, de la consultora Plaza Pública-Cadem, publicada el domingo pasado, evidenció que el 91% de los enquestados cree que es muy probable o bastante que "vuelvan las movilizaciones masivas" durante marzo o abril y sólo un 9% lo considera poco o nada probable. En la misma línea, un 86% prevé que "se generarán nuevos focos de violencia extrema" y un 75% que "se agudizará el conflicto entre el Gobierno y la oposición".
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Marzo es, para el país sudamericano, el mes de la cuesta arriba: vuelve la normalidad después de dos meses de verano que arrancan con las fiestas de Navidad. Es el mes de la vuelta al cole y al trabajo, de reencontrarse con los atascos de coches y buses en la ciudad y, este año, también será el mes de retomar las movilizaciones, que se prevén masivas. Unas protestas que, si bien han bajado de intensidad, no se han detenido en todo el período estival y ya suman más de tres meses y medio de duración. En la última semana, además, se han intensificado tras la muerte de un hincha atropellado por Carabineros a la salida de un partido de fútbol.
Los hechos ocurrieron el martes 28 de enero en los alrededores del Estadio Monumental, donde se disputaba un partido entre el Club Deportivo Colo-Colo y el Club Deportivo Palestino. En medio de los enfrentamientos al exterior del recinto entre un grupo de hinchas con la policía, un camión de los uniformados se llevó por delante a Jorge Mora, un colocolino de 37 años. El vehículo no se detuvo a prestarle auxilio y la situación se agravó aún más cuando llegó el carro lanza aguas y empezó a disparar a presión al grupo que trataba de reanimar al hombre en medio de la calle.
La muerte del hincha gatilló la respuesta de la calle nuevamente, pero en especial del mundo del fútbol. Aficionados y barras bravas –como se conocen en América Latina a los seguidores más hooligans– llamaron a manifestarse los días posteriores. La semana cerró con un balance que recordó los peores momentos del mes de octubre, cuando inició el estallido: cinco muertos, 57 hechos graves de violencia en todo el país –entre ellos ataques a cuarteles policiales y saqueos–, 135 carabineros heridos, otros siete suspendidos de su cargo por apalear a un joven en plena calle y 297 detenidos. Todo eso en 72 horas.
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"Llamamos a un marzo general de movilización"
Febrero inicia con un ambiente de calma-tensa. Da la impresión que la calle dará una tregua para reponer fuerzas de cara a marzo. Aún así, las predicciones son arriesgadas ante un panorama marcado por la incertidumbre y en el que la rabia de la gente, por la mala gestión de esta crisis por parte de las autoridades, necesita muy poco para dispararse de forma reactiva. Para marzo, en cambio, la agenda ya viene llena de convocatorias.
Partirá el lunes 2 o "Súper Lunes", fecha en que el país empezará a recuperar su ritmo. El domingo 8, Día de la Mujer, se celebrará con marchas y manifestaciones el. El martes 11 se cumplirán dos años de la llegada del presidente Sebastián Piñera a La Moneda por segunda vez. Una semana después, el miércoles 18, se cumplirán cinco meses del inicio del estallido, el viernes 18 de octubre. Y el domingo 29 se conmemorará el Día del Joven Combatiente, en el que se recuerda el asesinato de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, perpetrado el 29 de marzo de 1985 por agentes de Carabineros durante la dictadura militar.
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A las efemérides habrá que añadir otros factores que marcarán el día a día de los chilenos y chilenas, como los gastos extra que requiere la entrada al nuevo curso escolar; el pago anual de matrícula y permiso de circulación; el impacto en el desempleo; y la campaña por el plebiscito por una nueva Constitución que se celebrará el 26 de abril y que –para entonces– ya estará en pleno apogeo.
Los líderes de Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), que en enero protagonizaron fuertes manifestaciones en contra del modelo chileno de pruebas de acceso a la universidad, ya han anunciado sus intenciones para el mes que viene: "Se termina la PSU (prueba de acceso) pero se abre un nuevo proceso de movilización contra el modelo de mercado", dijo Ayelen Salgado, portavoz de la organización, hace pocos días.
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Francisca Fernández, vocera de la Coordinadora Feminista 8M, también insiste en esa idea: "Llamamos a un marzo general de movilización". Con la mirada puesta en la huelga general que prepara el movimiento para el Día de la Mujer, las activistas apuestan por "visibilizar que tenemos que tener una asamblea constituyente, plurinacional, feminista, con enfoque socioambiental y popular" en el nuevo proceso constituyente. "Nos vamos a enfocar en la posibilidad de presionar hasta donde se pueda para eso", añade Fernández.
Aprobación bajo mínimos
El presidente Piñera enfrenta su tercer año de mandato con sólo un 6% de aprobación, según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP). Es la cifra más baja desde el retorno a la democracia y desde que se aplica esta medición. El descrédito hacia su figura y hacia las instituciones del país, el Congreso y el Poder Judicial ha aumentado exponencialmente en los últimos meses.
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En la hoja de ruta del mandatario chileno prevista para 2020 el restablecimiento del orden público está entre sus principales prioridades. Además, tratará de sacar adelante en el Congreso su "agenda social" que, por lo pronto, se basa en una reforma de pensiones y un proyecto de ingreso mínimo garantizado.
En las últimas semanas, varios parlamentarios han empezado a instalar en la opinión pública la idea de anticipar elecciones. Una propuesta que ya había surgido a los pocos días del estallido, cuando varios diputados del Partido Socialista presentaron un proyecto para llevar a cabo una modificación legal que lo permita. Hace unas semanas fue el Partido Comunista quien hizo lo mismo y varios parlamentarios de oposición se han pronunciado a favor de la iniciativa. Y es que en la calle, la gente se pregunta: "¿Aguantaremos dos años más así?".