El rey Felipe de Bélgica se reunió el miércoles con el jefe del grupo xenófobo Vlaams Belang después del auge de los partidos separatistas flamencos en unas elecciones nacionales de las que salió un congreso muy fragmentado. Se trata de la primera vez que un monarca belga se reúne con un dirigente de la extrema derecha desde los años 30 del siglo pasado.

El rey ha mantenido una serie de conversaciones con otros líderes del partido después de las elecciones del domingo como parte de las consultas para permitir que el palacio designe al líder político con mayores posibilidades de formar un Gobierno. 

Saludó a Tom Van Grieken, de 32 años, en el interior de las puertas del palacio real, en el centro de Bruselas, y los dos se dieron la mano, en el caso de Van Grieken haciendo una pequeña reverencia. La reunión duró poco más de 20 minutos.

"No veo por qué tratáis esto como algo anormal", dijo Van Grieken a los periodistas a su llegada. "Es lo más normal en el mundo que el partido que ha ganado las elecciones sea invitado a ver al jefe de Estado."

Vlaams Belang (Interés Flamenco), que tradicionalmente ha sido rechazado por los partidos mayoritarios, sorprendió a Bélgica al conseguir 18 escaños en el parlamento federal, frente a los tres que tenía antes. Fue el segundo partido más fuerte en términos de participación en la votación, por detrás del N-VA, un partido separatista flamenco más moderado.

El auge separatista de la Flandes neerlandófona y un giro hacia la izquierda en la región francófona de Valonia podrían hacer más difícil que nunca la formación de un Gobierno nacional que integre a ambos lados de la divisoria lingüística de Bélgica.

Van Grieken dijo que la exclusión de Vlaams Belang y su predecesor durante los últimos 40 años había sido anormal y antidemocrática. Vlaams Belang (Interés Flamenco) se formó en 2004 después de que un tribunal dictaminara que su predecesor, Vlaams Blok (Bloque Flamenco), fundado en 1979, era racista.

Al salir de la reunión, reveló pocos detalles. "Respondí a las preguntas que me hizo el rey. Fue una discusión agradable y tranquila", dijo Van Grieken. (Información de Philip Blenkinsop y Christian Levaux; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)