BRUSELAS.- El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha dicho este miércoles que puede haber un principio de acuerdo con Grecia para la próxima semana sobre las reformas que el país tiene que aplicar para conseguir más préstamos y evitar la quiebra a tiempo para la próxima reunión de los ministros de Finanzas el 18 de junio. 

Las declaraciones se han producido el mismo día en el que se conocía la noticia de que ni Merkel ni Hollande iban a sentarse a negociar con Grecia hasta que no se cumplieran una serie de requisitos económicos antes de las próximas semanas.

No obstante, hablando a periodistas en una visita a Helsinki, Jeroen Dijsselbloem advirtió de que el tiempo se agotaba rápidamente y que las instituciones que representan a los acreedores necesitan tiempo para valorar si las nuevas propuestas de Grecia son suficientes.

El presidente del Eurogrupo, que también es ministro de Finanzas de Holanda, dijo que sólo quedaban unos pocos asuntos pendientes en las negociaciones que se prolongan cuatro meses, pero que las últimas propuestas enviadas por Atenas el lunes no cumplían con las expectativas.

"Seguimos abiertos a alternativas serias, pero las alternativas de los últimos días no han tenido un estándar suficientemente alto", dijo en un rueda de prensa tras entrevistarse con el Ministro de Finanzas Alexander Stubb.

La reunión entre Juncker y Tsipras que se ha producido esta tarde ha sido "cordial" y "amigable" y los dos han acordado "trabajar juntos para lograr un acuerdo mutuamente aceptable, pero también aceptable para todos los miembros del Eurogrupo", según han explicado fuentes comunitarias. De momento todavía no hay hora ni formato para la reunión de este próximo jueves.

Antes del encuentro, el Ejecutivo comunitario había rechazado la última contraoferta presentada por Atenas en materia de reformas alegando que era insuficiente y no se ajustaba a los compromisos asumidos por Tsirpas en la reunión que mantuvo con Juncker el miércoles de la semana pasada.

Bruselas también había anunciado que Juncker no se reuniría con el primer ministro heleno hasta que éste le presentara una propuesta aceptable.