Un político verde enamorado de los coches, nuevo presidente austriaco
La victoria del miedo a la ultraderecha
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VIENA.- El progresista Alexander Van der Bellen ha logrado una apurada victoria en las elecciones presidenciales que Austria celebró el domingo, al lograr el 50,3% de los votos y ha dado así la vuelta a los sondeos que daban como favorito al candidato del ultranacionalista y xenófobo Partido Liberal (FPÖ).
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Finalmente, Van der Bellen ha ganado con 50,3 % de los votos y apenas 31.000 votos de ventaja. A pesar de que ninguno de los dos partidos en el poder ─el Socialdemócrata y el Popular (ambos quedaron fuera de carrera en la primera vuelta, el pasado 24 de abril)─ han apoyado abiertamente a Van der Bellen, éste se preció el domingo de haber reunido a austríacos "de generaciones, edades y clases sociales" distintas.
La victoria del miedo a la ultraderecha
Una mezcla en la que ha primado el rechazo a tener un presidente de la ultraderecha populista. Así, hasta el 40% de quienes han votado ahora por él aluden a ése como el motivo de su voto.
Van der Bellen se presentó como independiente,
aunque el apoyo económico
y político de Los Verdes
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Van der Bellen, un economista de 72 años que fue líder del partido Los Verdes, ha sido así el candidato de aquellos austríacos que querían evitar que Norbert Hofer, del FPÖ, se convirtiera en el primer presidente de un país de la Unión Europea (UE) perteneciente a un partido de la derecha radical populista.
Un buen medidor entre las fuerzas políticas austriacas
El futuro presidente es visto por muchos analistas como alguien que puede representar dignamente al país en el extranjero y que internamente puede mediar de forma discreta entre las fuerzas políticas, en particular entre socialdemócratas y populares, que gobiernan en coalición.