Paro de los jueces galos contra Sarkozy
Un fuerte movimiento de protesta de los magistrados franceses dejó semiparalizados ayer tres cuartas partes de los tribunales del país
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Nicolas Sarkozy no es Silvio Berlusconi. Pero camino va. Un fuerte movimiento de protesta de los magistrados franceses, con formas de desobediencia civil, dejó semiparalizados ayer tres cuartas partes de los tribunales del país. El motivo fue unas declaraciones antimagistrados del presidente francés la semana pasada.
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En los últimos diez días, Francia ha estado sobrecogida por la terrible desaparición y asesinato de una muchacha cerca de Nantes. Cuando la Policía detuvo a un sospechoso, un presidiario liberado, Sarkozy aprovechó para soltar una de sus diatribas, acusando a los magistrados de las "disfunciones", que son "intolerables" y "serán sancionadas".
Fue la gota que colmó el vaso de una judicatura que ya no puede más. Un sindicato de magistrados lanzó una huelga informal, que ya bloquea unos 150 tribunales. El segundo sindicato llama formalmente a la huelga a partir del jueves, algo en principio prohibido. La protesta alcanza a magistrados del máximo nivel, en la Corte de Casación por ejemplo, e incluso a fiscales, que dependen orgánicamente del ministro. Un estelar juez antiterrorista, Marc Trévedic, ha calificado de "reincidente" a Sarkozy por violar la presunción de inocencia, y pide para él "la pena mínima".
Es pronto para decir si el señuelo populista lanzado por Sarkozy se va a convertir de nuevo en un bumerán, como ya le ha ocurrido con las iniciativas sobre la identidad nacional, el burka, las operaciones antirromaníes y contra los jóvenes naturalizados franceses. Pero lo cierto ya es que la reacción unánime de los jueces ha sorprendido al Gobierno.