Un palestino encarcelado sin cargos en Israel lleva 60 días en huelga de hambre
El estado de Jader Adnan, de 33 años, se ha deteriorado gravemente en los últimos días
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Un miliciano de Yihad Islámica preso en Israel está en huelga de hambre desde hace 60 días para protestar contra el hecho de que se le mantenga en la cárcel sin que se le haya acusado de nada.
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La condición de Jader Adnan, de 33 años, se ha deteriorado gravemente en los últimos días ya que ha perdido casi 30 kilos y ahora pesa sólo 63. Adnan, ingresado en un hospital de Safed, no se alimenta aunque sí bebe agua.
La situación de "detención administrativa" de Adnan la comparten otros 310 prisioneros de entre los aproximadamente 4.500 palestinos que hay actualmente en las cárceles israelíes, incluidas siete mujeres y unos 200 menores. Según Sahar Francis, directora de Addameer (Conciencia), una ONG de apoyo a los prisioneros palestinos, una veintena de prisioneros se han sumado a la huelga de hambre de Adnan en los últimos días en distintos centros penitenciarios de Israel.
"Un abogado de Addameer visitó anoche a Adnan y constató que está muy débil y entrando en una situación crítica. Está consciente y puede hablar aunque permanece atado a la cama por las dos piernas y un brazo. Los israelíes dicen que de otra manera se podría escapar del hospital, lo que es absurdo si se tiene en cuenta su debilidad. No le han permitido ducharse ni le dejan mudarse de ropa", dijo Francis a Público.
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Además del agua que bebe ocasionalmente también se le administran vitaminas que le permiten continuar con vida. Sin embargo, Adnan rehúsa ingerir alimentos y dice que está dispuesto a llevar su protesta hasta el final. Médicos que lo han examinado consideran que su situación actual es "grave" y se está deteriorando a cada día que pasa.
La justicia militar que Israel aplica a los palestinos de los territorios ocupados permite que haya prisioneros que puedan permanecer indefinidamente en la cárcel sin derecho a juicio cuando se les considera sospechosos. Además, los abogados de estos prisioneros no tienen derecho a saber por qué han sido detenidos sus clientes. El Gobierno israelí alega que esta situación se da cuando se trata de proteger a delatores que de otra manera estarían en peligro.