El presidente de EEUU, Barack Obama, ha insistido en el discurso planteado en las últimas semanas y ha vuelto a cargar contra la situación económica de Europa. Esta vez ha comparecido para defender la necesidad de que se apruebe su plan de creación de empleo, ya que así se permitiría, en su opinión, proteger al país de mayores daños económicos 'si la situación en Europa se hace aún peor'.

De este modo, el objetivo de Obama es el de presionar al Congreso para que aprueben el plan que presentó en septiembre. Para el mandatario, 'no cabe duda de que la economía está más débil ahora que al comienzo del año', y ha citado como ejemplo, una vez más, la crisis de la deuda en Europa, el aumento de los precios de la energía por las revueltas árabes y el terremoto y tsunami de Japón. Por ello, Obama ha manifestado que se 'necesita de verdad una sacudida ahora mismo' o de lo contrario acabarían 'teniendo problemas más significativos'.

Sobre los indignados que ocupan el principal barrio financiero estadounidense bajo el movimiento 'Occupy Wall Street', Obama ha considerado que se trata de un modo de 'expresar la frustración' de los ciudadanos tras la crisis financiera de 2008 al ver cómo algunos de sus responsables aún 'tratan de combatir los esfuerzos para impedir que se repitan las prácticas que nos llevaron a esa situación'.

El movimiento 'Occupy Wall Street' se trata de un modo para 'expresar la frustración'

En septiembre, el presidente estadounidense presentó en el Congreso una ambiciosa propuesta para reducir el desempleo en su país por valor de 447.000 millones de dólares (alrededor de 325.000 millones de euros).

La dificultad para que Obama consiga sacar adelante su plan reside en que la Cámara de Representantes está controlada por los republicanos, mientras que los demócratas poseen el control del Senado. Esto podría desembocar en una lucha partidista similar a la que ya se vivió este verano respecto al aumento del techo de la deuda.

Para no molestar en exceso a los republicanos, la propuesta de Obama viene acompañada de una serie de medidas entre las que se encuentran recortes de impuestos para empresas que contraten nuevos trabajadores o recortes de gravámenes sobre el salario de los trabajadores y las pequeñas empresas.