Un niño herido por un bombardeo israelí sobre Gaza viaja a España en busca de esperanza
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Mohamad Badran, un niño palestino de siete años que quedó ciego a causa de un bombardeo israelí sobre Gaza durante la reciente ofensiva militar, partió hoy hacia Bilbao, donde médicos españoles tratarán de recomponer su rostro y devolver luz a uno de sus ojos. Mohamad, que también perdió a su padre, embarcó esta mañana en Ammán en un vuelo regular gracias a la solidaridad de cientos de españoles y del esfuerzo de la organización no gubernamental vasca Mundubat, que puso en marcha una campaña de "crowfunding" y ayudó a gestionar la complicada logística y burocracia.
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"Van a llegar el sábado a Loiu a las 12.00 Mohammed y su tía Ibtisam. Durante tres semanas, previsiblemente se quedarán en Bilbao", explicó a Efe Enric Gonyalons, representante de Mundubat en Jerusalén. "Respecto a la operación, el Hospital de Cruces se va a encargar de la misma, con el apoyo de los médicos y gracias a la colaboración del equipo de Mundubat", agregó, por su parte, Eneko Gerrikabeitia, coordinador general de la ONG. Horas antes de la partida, el rostro de su tía, también conocida como Umm Khamis, era el reflejo de la alegría y el agradecimiento a España de una familia que vio quebrada su vida en un bombardeo de la artillería israelí sobre su casa.
Los seis hermanos de Mohamad resultaron igualmente heridos a causa de las esquirlas -tres de ellos también han sido tratados en Ammán- mientras que el padre perdió la vida en un ataque posterior cuando salía de la mezquita. "Estamos realmente agradecidos al Gobierno español por el interés que ha mostrado en el caso de Mohamad. No sabemos cómo podemos dar las gracias por toda la ayuda", explicó a Efe Umm Khamis, quien cuida del niño porque las autoridades israelíes no han permitido a la madre abandonar la Franja.
"Mohamad viaja a un país amigo como España no solo para tratamiento. Su viaje a Madrid mostrará a las diplomacias de Occidente y a todos aquellos que aman la paz un ejemplo de las atrocidades cometidas por Israel en Gaza", agregó. La tía -que criticó a Israel por impedir que Mohamad tenga a su lado a su madre en estos momentos- rememoró como fue el ataque aquel día en el campo de refugiados de Nusairat, en el centro de la superpoblada Franja. "Mohamad se preparaba para salir de su casa y ver a otros niños cuando un proyectil de tanque impacto sobre la casa y la redujo a escombros. Los israelíes han ocupado nuestra tierra y ahora quieren robarnos nuestras vidas. ¿Cómo puede permitir el mundo libre que esto ocurra en el siglo XXI?", denunció. "¿Qué pecado ha cometido Mohamad para perder uno de sus ojos a tan temprana edad y a pasar el resto de su vida ciego?", se preguntó.
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Además de perder uno de sus ojos, la retina del otro está seriamente dañada por decenas de pequeños trozos de metralla que tratarán de retirar en el hospital de Bilbao, que le operará e ingresará gratuitamente. Aunque parece un objetivo muy complicado, existe alguna esperanza de que Mohamad pueda salir de las tinieblas y tener una mejor calidad de vida futura. En los días que ha estado en Ammán -a donde pudo viajar gracias a los esfuerzos de diplomáticos, cooperantes y periodistas españoles- médicos del hospital Al Khalidi han tratado de reparar la mandíbula y las fosas nasales.
Sin embargo, no han podido aventurarse a intervenir la retina por carecer de material y personal cualificado para este tipo de delicadas operaciones. "La retina de Mohamad está muy dañada y su caso es muy complicado, sin apenas garantías. Necesita cirugía plástica en el exterior", explicó a Efe Ahmad Hassouneh, el médico jordano que lo operó. Sus hermanos, Iman de 17 años, Ibrahim de 13 y Hanan de 10, que también salieron con su tía y que sufren heridas y quemaduras graves, permanecen aún en el citado hospital, ahora ya sin compañía familiar directa.