Mondragone, el nuevo foco de coronavirus que pone a prueba la nueva normalidad en Italia
Tras ejecutar pruebas diagnósticas masivas en la población, a lo largo de esta semana, en el pueblo sureño se han descubierto al menos 75 nuevos casos por covid-19, que sobre todo están afectando a la comunidad búlgara, una mano de obra barata en el sector agrícola. El líder de la oposición en Italia, el soberanista líder de la Liga, Matteo Salvini, apareció en Mondragone para caldear los ánimos de la población local.
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Las noticias directamente relacionadas con la evolución sanitaria del coronavirus ya no ocupan las portadas de los periódicos italianos. No es más que la consecuencia de convivir con la covid-19 en la nueva normalidad en el país con forma de bota. En los últimos días, sin embargo, una localidad transalpina está siendo de actualidad en la medida en la que pone en evidencia los problemas y las dificultades de un virus que, por el momento, no se ha marchado del todo. Una vez pasada la emergencia, igualmente, el coronavirus podría echar más leña al fuego cuando se trata de contextos económicamente deprimidos.
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Mondragone es el nuevo foco de coronavirus del que se está hablando en Italia. Tras ejecutar pruebas diagnósticas masivas en la población, a lo largo de esta semana, en el pueblo sureño y alrededores se han descubierto al menos 75 nuevos casos por la covid-19, que sobre todo están afectando a la comunidad búlgara, una mano de obra barata de muchas empresas italianas pertenecientes al sector agrícola.
Los edificios donde viven muchos de los campesinos han sido declarados zonas rojas, de modo que sus residentes no están autorizados a salir. Desde el punto de vista sanitario, en términos de expansión de dicho foco, éste está bajo control. Pero los eventos que están acaeciendo en el mencionado pueblo de la región de Campania (Nápoles) están teniendo una importante repercusión en los medios y la opinión pública italiana, en cuanto ejemplo de cómo seguridad sanitaria y supervivencia económica pueden entrar de nuevo en contradicción. Tras meses de cuarentena nacional esta primavera, ¿cómo puede sobrevivir una humilde comunidad de campesinos confinados, de nuevo, debido al coronavirus?
Los problemas empezaron hace diez días, cuando fueron descubiertos los primeros 43 nuevos casos por coronavirus en Mondragone. Unos días después de haber decretado la nueva zona roja en Mondragone, numerosas familias búlgaras decidieron incumplir el confinamiento y salir a la calle para protestar por su situación de precariedad: "No pudiendo ir a trabajar, no podemos comprar comida", comentaron entonces muchos de los afectados. Tras la intervención de las fuerzas del orden, empezó a calentarse el ambiente, hasta el punto que muchas personas locales salieron a protestar apelando al temor de que los turistas, este verano, no quieran ir a las playas de Mondragone. La tensión empezó a subir, también con la participación de militantes de extrema derecha, pidiendo entre gritos la "deportación" de los búlgaros, quienes a su vez protestan y lanzan sillas objetos desde sus balcones. El obispo de la zona asegura que la camorra, la mafia de Nápoles, "puede tener interés en alimentar el odio".
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Quien, como de costumbre, no perdió la ocasión para sacar provecho electoral de una contexto difícil ha sido el soberanista líder de la Liga, Matteo Salvini. El líder de la oposición, que conoce perfectamente sus dotes propagandísticas, decidió aparecer en Mondragone a principios de esta semana con el objetivo de soltar el enésimo discurso para caldear los ánimos de la población local y, de paso, para desacreditar el Ejecutivo de Giuseppe Conte por su gestión política de la crisis sanitaria de la covid-19, en un momento de plena convivencia con el virus. Salvini, tras su etapa como ministro del Interior en el anterior Gobierno de Conte, está deseoso de volver al Palazzo Chigi haciendo buen uso de los sondeos, que le dan todavía como favorito (24%) tanto como líder del primer partido de Italia, como de su propia coalición soberanista.
Al soberanista líder de la Liga, sin embargo, el tiro le salió por la culata. Él, que pensaba ganarse a los habitantes de Mondragone enfrentándolos a la comunidad búlgara; contra todo pronóstico Salvini, entre abucheos, coros, insultos y pitadas; tuvo que anular el mítin. Según apuntaron medios italianos, había pocas personas para apoyar su mensaje y muchos para desacreditarlo. El conocido diario Corriere della Sera, informó estos días de que el líder de la Liga sólo pudo decir algunas palabras entre dos cargas policiales. "Salvini, ¡chacal! ¡Mondragone no es una pasarela!", pudo leerse en algunas pancartas en su contra.
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Salvini, para justificar la imposibilidad de realizar su mitin, ha querido lanzar un "mensaje de solidaridad" para "las familias que en este pueblo tienen que quedarse encerradas en casa, víctimas de la criminalidad". Como de costumbre, Salvini ha intentado forzar la unión de los conceptos de extranjería y criminalidad. Con mala fe, Salvini ha mencionado la palabra "criminalidad" tratando de tergiversar el hecho de que la mayoría de los campesinos búlgaros que trabajan en la zona lo hacen de forma irregular por unos 35 euros al día tras 11 horas de trabajo. "Criminales", en todo caso, serían los italianos que los explotan.
Insatisfecho tras lo ocurrido, Salvini este viernes volvió de nuevo a Mondragone para lanzar, entre selfies, un mensaje de tranquilidad –y, de paso, limpiar su imagen tras los altercados– apelando a las bellezas turísticas de la zona. No ha eludido el tema de los altercados en la zona roja: "Si hay búlgaros o italianos que se están aprovechando, la leyes antimigratorias prevén la posibilidad de aplicar confiscaciones".
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Estando a los últimos datos ofrecidos por las autoridades sanitarias italianas, el país transalpino registra hasta hoy un total de 240.000 contagios: 191.000 curados, 15.000 positivos actuales y 35.000 fallecidos. En los últimos días, ha sorprendido en el país la existencia de un nuevo repunte, tras muchas semanas a la baja en el ritmo de los nuevos contagios y fallecimientos, con cada vez más personas curadas. En los últimos días se han contabilizado centenares de nuevos contagios y algunas decenas de víctimas mortales. La norteña región de Lombardía, la más afectada por la pandemia en el país, representa hoy en día un tercio de los positivos totales y más de la mitad de los fallecidos en el país. Italia, el 21 de febrero de este año, ha sido el primer país de Europa en sufrir la epidemia a gran escala. Cuatro meses después de todo aquello, es el segundo país de Europa y el cuarto del mundo con mayor número de fallecidos.