La mitad de los heridos de los atentados de Boston ya han recibido el alta médica
Las explosiones fueron causadas por ollas a presión llenas de pólvora y metralla colocadas en mochilas
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Al rededor de 90 personas que fueron ingresadas tras los atentados de Boston han recibido ya el alta según el último balance médico emitido por las autoridades. Actualmente 17 pacientes permanecen en estado crítico y 10 más sufren amputaciones en su cuerpo a causa de la metralla colocada en las dos bombas que explosionaron el pasado lunes mientras se disputaba la maratón de la ciudad.
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Los doctores del Hospital General de Massachusetts han recalcado que la recuperación de las víctimas será lenta y complicada e incluso se tendrán que aplicar técnicas de cirugía propias de zonas de guerra: "Hay pacientes que tienen en su cuerpo hasta 30 pequeños objetos de metal, como clavos, debido a la metralla que había dentro de los explosivos. Esto ha provocado heridas de gravedad en extremidades, huesos y tejidos blandos", ha informado uno de los doctores.
Unas 40 personas se encuentran en estado grave, 17 de ellas en estado crítico, cuando se van a cumplir 48 horas de la tragedia que dejó tres víctimas mortales. "Muchos de los pacientes tendrán que ser operados varias veces más en los próximos días. Los médicos encargados de tratarles no habían visto heridas semejantes desde la guerra de Irak".
Se ha confirmado ya la identidad de los tres fallecidos: al niño de 8 años que esperaba a su padre en la meta cuando explosionó la primera bomba y al joven escocés de 29 años, se suma una tercera fallecida de unos 24 años de edad de nacionalidad china que asistía a la universidad de la ciudad.
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Las autoridades locales reclaman colaboración ciudadana para detener a los responsables de la masacre. El presidente Obama, que viajará a la ciudad para asistir a los funerales de los fallecidos, ha reconocido que las fuerzas de seguridad no tienen todavía una línea de investigación clara sobre el autor o autores del atentado y que las grabaciones y fotografías que cedan los asistentes a la maratón serán determinantes.
El FBI centra la atención de sus investigaciones en dos mochilas o bolas de viaje de color oscuro y apariencia pesada que , al parecer, contenían dos ollas a presión llenas de pólvora y metralla de fabricación casera que fueron activadas con un detonador conectado a un despertador o teléfono móvil.
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Las pruebas recogidas se están reconstruyendo en el laboratorio del FBI en Quantico, Virginia, aseguró el agente especial del FBI Richard DesLauriers, encargado de la investigación.
Entre los elementos recuperados hay fragmentos de nailon negro que podrían ser de una mochila, restos de rodamientos metálicos y clavos, y posiblemente de una olla a presión, explicó el agente.
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Fotografías tomadas por la Fuerza Conjunta contra el Terrorismo de Boston muestran los restos de un artefacto explosivo, con trozos retorcidos de un recipiente de metal, cables, una batería y lo que parece ser una pequeña placa de circuito.
Una de ellas muestra unas pocas pulgadas de cable carbonizado unido a una pequeña caja, y otra muestra un clavo de un centímetro y una cabeza de cremallera manchada con sangre.Otra imagen muestra una batería de marca Tenergy unida a cables rojo y negro a través de una tapa de plástico rota.