Mandos kurdos castigan a sus soldados por 'fardar' en las redes sociales
Objetivos de la aviación
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ERBIL/DOHUK.- La vanidad de los combatientes que, sin distinción de banderas, intervienen en Oriente Medio se ha convertido en una fuente inagotable de información militar de interés, además de una valiosa vía para extender la falsedad y la confusión. Como los pescadores, los soldados tienden a atribuirse objetivos abatidos y muertos enemigos ajenos, de manera que no siempre resulta fácil verificar la realidad de las gestas que insinúan. La información sensible acostumbra a aparecer entre líneas, como contexto visual de las fanfarronadas de los muchachos que pelean en el conflicto.
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Según Maran Abdula, uno de los comandantes kurdos del sector del frente situado junto a Mosul, tanto él como otros responsables militares se han visto forzados a amonestar a un puñado de soldados por publicar entradas, vídeos y fotografías donde se proporcionan datos confidenciales del estado de sus líneas defensivas. “Hacemos lo que podemos, pero aquí todo el mundo lleva smartphones y es muy difícil controlar qué es lo que publican nuestros chicos. Les gusta retratarse como valientes para mostrarlo después a sus amigos y, a menudo, sin saberlo, proporcionan información visual significativa sobre la organización de las defensas, el número de efectivos o el tipo de armamento”, dice Abdula.
Objetivos de la aviación
Naturalmente, no sólo Daesh saca partido de Internet. También la coalición que le combate ha encontrado en Facebook y Twitter una de las principales fuentes de información sobre la actividad enemiga. ¿Quién necesita alta tecnología pudiendo rastrear las redes de los adversarios o las fotografías difundidas por los satélites comerciales? Tal es la magnitud de las indiscreciones, que el análisis sistemático de todas estas filtraciones de fuente abierta ha permitido a los americanos localizar varios objetivos en el norte de Irak para su aviación. “Se decía a menudo que el Estado Islámico había aprendido a publicitar inteligentemente sus victorias en las redes y tal vez sea cierto. Pero también lo es que en más de una ocasión nos hemos servido de sus fanfarronadas para identificar instalaciones militares. Recientemente, dos edificios fueron bombardeados por F-15 gracias a las pesquisas realizadas entre los selfies de nuestros enemigos”, nos confiesa un oficial norteamericano.
No sólo Daesh saca partido de Internet
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En opinión del ex veterano norteamericano Scott. T., “vivimos en un mundo profundamente narcisista y los selfies y los post deben ser vistos hoy como el correo de antaño. Hay quien los usa para decirle a la familia que está bien y quien se sirve de ellos para decir que hay cuatro tanques a sus espaldas”. Este antiguo sargento del ejército de los Estados Unidos, de origen mexicano, es uno de los administradores de la página de Facebook El idiota militar de las redes sociales. “La propaganda bélica es tan vieja como la propia guerra sólo que las redes sociales ahora se utilizan de un modo diferente y nuevo. Ya no sirven únicamente para vilipendiar al enemigo o para enaltecer las victorias de uno de los bandos contendientes. Ahora son los propios individuos quienes se sirven de ellas para agrandarse”, afirma.
Inventaron una armada cristiana con los 'selfies'
La utilización tendenciosa de las redes para extender mentiras ha dado lugar a situaciones disparatadas. Una de las más notables y menos conocidas es la de la supuesta armada de miles de cristianos iraquíes de cuya existencia se hizo eco buena parte de la prensa mundial a lo largo del pasado año. Jamás existió un ejército semejante, pero gracias al hábil uso de Internet y a la falta de celo de algunos periodistas, muchos medios reputados como el Newsweek o el Independent se tragaron el anzuelo del líder del Movimiento Democrático Asirio (ADM, en sus siglas en inglés) o Zowaa, Yonnadam Kanna, y dieron la fábula por cierta. Cuando otras publicaciones menos poderosas se hicieron eco de ello, la falsedad llegó a extenderse por el planeta entero. Y todo gracias a unos pocos selfies y a unas bien organizadas pantomimas. La mentira fue urdida por Zowaa para alentar las donaciones de dinero a las Fuerzas de Protección de los Llanos de Nínive (NPU). Las antaño “fuentes fidedignas” de los reporteros están siendo a menudo reemplazadas por la casi nunca contrastada información que se siembra en las redes con fines espúreos.
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La misma información mostraba en altivas actitudes guerreras, entre las ruinas de la población noriraquí de Teleskof, a varios miembros de la NPF (Fuerza de los Llanos de Nínive), una unidad asiria de irregulares cristianos que lucha bajo bandera kurda, integrada en las Fuerzas Armadas del Kurdistán de Barzani. Al decir de su comandante, Safaa Jamro, los soldados posaron a petición del periodista en lugares donde jamás habían combatido y en los que, por aquel entonces, ni siquiera se producían intercambios de disparos. En otras palabras, las imágenes insinuaban una tensión bélica que allí no existía ni de lejos desde que la posición le fue reconquistada a Estado Islámico, poco después de la caída de Mosul, para asegurar el control sobre una presa cercana. “A finales de 2015, habían pasado por el pequeño cuartel del NPF en la población noriraquí de Teleskof casi cien periodistas. Nos pedían que posáramos y nosotros lo hacíamos”, afirma mientras algunos de sus hombres se suben a un montículo de escombros y plantan para nosotros la bandera asiria con la misma actitud heroica de los conquistadores de Iwo Jima.
La vida en 'real-time'
La mayoría de esos milicianos que aparecen en las redes adoptando gallardas actitudes castrenses son campesinos sin equipamiento y con escasa formación militar. Los pocos conocimientos de combate que ha recibido esta unidad cristiana han sido impartidos por una firma privada dirigida por el norteamericano Matthew Van Dyke. Curiosamente, una película documental sobre su trabajo galardonada en Tribeca, Point and Shoot, ironizaba sobre su querencia por los selfies y su curiosa costumbre de registrar sus actividades “mercenarias” en tiempo real mediante una cámara de vídeo Go-Pro. Van Dyke se hizo famoso tras ser encarcelado en Libia, uno de los primeros conflictos generosamente “cubierto” por los selfies de los contendientes. En la mayoría de las imágenes registradas por el norteamericano se aprecia a los yihadistas combatiendo con el AK47 en una mano y el teléfono móvil en la otra. Tampoco estos islamistas consiguieron sustraerse al impulso vanidoso de registrar sus gestas bélicas al grito de “Allahu akbar”.
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¿Cómo lograron extender semejante falsedad? Básicamente, diseminando por las redes docenas de fotografías en las que aparecían junto a restos de katiushas o frente a los cadáveres de enemigos abatidos por otras unidades. Su cuartel general se hallaba en la segunda línea, a unos pocos kilómetros de las trincheras y las barricadas que separan la zona kurda del área controlada por Estado Islámico. Una vez más, los selfies de los milicianos habían suplantado a la realidad. Decenas de diarios de todo el mundo se hicieron eco desde el comienzo del conflicto de la información que esa unidad de irregulares había extendido con fines propagandísticos y para alentar las donaciones internacionales sin contrastar la veracidad de sus afirmaciones. “Nadie se detuvo a averiguar qué hacían realmente aquellos hombres porque resultaba más sencillo e impactante hablar de ejércitos cruzados”, confiesa uno de los líderes políticos cristianos, Sargon Sliba.
No estaban autorizados a luchar
Caso semejante ha sido el de los voluntarios occidentales que supuestamente combatían a Daesh desde la vertiente iraquí en las filas de Dwekh Nawsha. A pesar de la insistencia con la que la prensa internacional glosaba las gestas de estos presuntos héroes, lo cierto es que ni siquiera estaban autorizados a luchar hasta hace algunos meses y menos todavía, a formar parte de una ofensiva militar. La mayor parte de ellos pasó toda su estancia en Irak a cincuenta kilómetros del frente, lejos de los disparos y del peligro.
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Los selfies y las indiscreciones fueron asimismo de gran utilidad a los gobiernos de Occidente para identificar a los compatriotras que han desarrollado actividades mercenarias en el frente. Lo primero que hicieron al llegar a Irak algunos de los “cruzados” tradicionalistas españoles desplazados al área fue vanagloriarse de sus todavía inexistentes gestas en una página de Facebook. Por la boca muere el pez.
Problemas para Moscú
La extendida presencia de móviles entre las tropas ha causado también serios problemas entre los rusos desplegados en Siria. Faltaba todavía un mes para la primera intervención aérea de Moscú y un blog turco se había hecho ya eco de la presencia de un carguero con vehículos militares en el Bósforo. Sus enemigos nunca lo tuvieron tan fácil para obtener información. Bastaba con rastrear las redes en busca de las indiscreciones de cualquiera de los implicados.