El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, declaró el estado de emergencia en las cárceles del país, como respuesta a los amotinamientos ocurridos anoche en dos centros penitenciarios, que dejaron más de una veintena de reos muertos, 40 heridos y varios policías contusos.

El mandatario ecuatoriano también envió un mensaje contundente a las "mafias", que dijo hay en los centros penitenciarios y que pugnan por controlarlas, a las que amenazó con someterlas con el uso de todo el rigor de la ley.

Lasso, en una rueda de prensa, aseguró que la Policía ha recuperado el control de la Cárcel Número 1 de la provincia de Guayas, cerca a la ciudad de Guayaquil; así como de Cotopaxi, próxima a la ciudad andina de Latacunga, donde se registraron los motines la noche del miércoles "entre bandas delincuenciales".

Lasso, que visitó Latacunga para conocer de cerca la situación,  explicó que entre las acciones asumidas por el Gobierno para atender la situación penitenciaria se incluye la declaración del "estado de emergencia", lo que permitirá "movilizar todos los recursos necesarios para restablecer el orden".

Además, remarcó que las Fuerzas Armadas han tomado control de los accesos a los centros carcelarios, mientras que la Policía de filtros en zonas interiores. Lasso también cesó como director del Servicio Nacional de Atención a Internos (SNAI) a Edmundo Moncayo, quien será reemplazado por el coronel en situación de retiro y exlegislador Fausto Cobo.

Por su parte, la ministra de Gobierno (Interior), Alexandra Vela, que acompañó al presidente Lasso en la rueda de prensa en la Gobernación de Cotopaxi, en Latacunga, aseguró que se seguirá un proceso penal contra un reo que es acusado de violar a una agente policial durante el motín.

Además, dijo que en la cárcel de Latacunga se han registrado catorce reos fallecidos, 41 heridos, 78 presos recapturados y cinco policías con heridas como producto del motín ocurrido anoche. Con ello hay ya 22 reos muertos, si se suman los ocho fallecidos en el motín de la cárcel de Guayaquil.

La violencia en los centros carcelarios de Ecuador no es nueva, pues en los últimos años se han registrado duros enfrentamientos entre bandas opuestas. En abril pasado, la riña entre dos grupos de reos se extendió a cuatro centros de reclusión en las ciudades de Guayaquil, Cuenca y Latacunga.

Esos enfrentamientos dejaron unos 80 reos fallecidos y una veintena de heridos, lo que generó un duro debate sobre la capacidad de los organismos penitenciarios para controlar los centros de reclusión del país.