La Fiscalía venezolana ordenó hoy a la Policía detener a la dirigente Lina Ron, afín al presidente Hugo Chávez, por haber participado presuntamente en el ataque a la emisora Globovisión, perteneciente a la red privada de televisión.

El Gobierno de Chávez ya había amenazado con el cierre de la emisora en numerosas ocasiones, por 'practicar terrorismo mediático'.

Según la Fiscalía, el lunes pasado, Ron y una treintena de seguidores entraron violentamente en las instalaciones de la emisora. En el incidente resultaron heridos una agente policial y un empleado del canal. Los fiscales han solicitado los informes médicos de ambos para 'esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades penales'.

El trabajador de Globovisión, José Peña, sufrió quemaduras en una mano debido a una de las dos bombas lacrimógenas lanzadas por los atacantes, quienes entraron en el lugar a la fuerza y con armas de fuego.

'Si el Gobierno quiere asesinarnos, acabar con nosotros, que lo haga de una vez'

La agente policial resultó herida en la cabeza por un golpe con 'objeto contundente', según precisó uno de sus compañeros uniformados en declaraciones a la misma cadena.

El director de Globovisión responsabilizó directamente a Chávez de los hechos.

'Hay heridos, sacaron armas de fuego (...); si el Gobierno lo que quiere es asesinarnos, acabar con nosotros, hágalo de una vez', declaró Ravell a los periodistas. 

Por su parte, el ministro del Interior, Tarek El Aissami, condenó la acción 'delictiva', y agregó que los responsables serán llevados ante la justicia porque el Gobierno 'no acepta que la violencia sea el instrumento para dirimir nuestras diferencias'.