Los leales a Zelaya ocupan las ciudades hondureñas
La Policía golpista detiene a 41 manifestantes acusados de sedición y robo
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Las calles céntricas de las ciudades más importantes de Honduras se encuentran sitiadas desde el martes por millares de hombres y mujeres que exigen el retorno del presidente Manuel Zelaya y reclaman la formación de una junta nacional constituyente. "El pueblo está en insurrección ante un tirano que nos gobierna tras el golpe de Estado", advierte Fausto Milla, un sacerdote católico que ofició una misa en el centro de San Pedro Sula frente a unos 40.000 manifestantes.
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Después de soportar 45 días la represión ejercida por los golpistas, la resistencia hondureña se multiplica y radicaliza sus acciones. Prueba de ello son los disturbios ocurridos en Tegucigalpa. Según la Policía, simpatizantes de Zelaya incendiaron ayer un autobús del transporte urbano y un restaurante de comida rápida después de abandonar los alrededores de la Casa Presidencial, donde realizaron un plantón de protesta durante varias horas.
El portavoz de la Policía Nacional, Orlin Cerrato, informó de que 50 personas fueron detenidas por participar en los disturbios de la capital hondureña y nueve de ellas fueron liberadas horas más tarde. Los 41 manifestantes que han quedado a disposición judicial están acusados de sedición, robo, daños materiales, alteración del orden público y otros delitos.
"Nosotros no queremos la violencia, pero las fuerzas represivas provocan a grupos de manifestantes. Antes de que incendiaran el restaurante, un policía le pegó un tiro en el tobillo izquierdo a un muchacho que ahora está en una clínica", aseguró a Público Juan Barahona, dirigente del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado. Las manifestaciones multitudinarias que se celebran en Tegucigalpa están encabezadas por Xiomara de Zelaya, esposa del presidente, y su familia.