Cargando...

"Lágrimas reales" ante el féretro del 'Querido Líder'

Cientos de norcoreanos rinden homenaje a los restos mortales del tirano

Publicidad

Vestido con su inseparable uniforme militar caqui y cubierto con la bandera roja del Partido de los Trabajadores, el cuerpo de Kim Jong-il reposa desde ayer en un sarcófago de cristal en el palacio memorial de Kumsusan, en las afueras de Pyongyang.

Publicidad

Por este mausoleo en el que hace ahora 17 años se mostró también el cadáver de su padre y fundador de la dinastía política, Kim Il-sung, han desfilado ya cientos de ciudadanos norcoreanos para presentar sus respetos al hombre bautizado por la retórica oficial como el Querido Líder o el Padre de la Nación.

Click to enlarge
A fallback.

El heredero de Kim Jong-il se despide de él rodeado de la cúpula del poder

Acompañado de altos cargos del partido, del Estado y de las Fuerzas Armadas, el hijo y heredero designado del dictador, Kim Jong-un, rindió homenaje a sus restos mortales sumido en el "dolor más amargo", según la agencia estatal norcoreana KCTV. El hijo menor de Kim Jong-il, cuya edad se calcula en unos 29 años, se consagró como su más probable sucesor en septiembre de 2010, cuando fue nombrado general de cuatro estrellas del Ejército.

Publicidad

El cadáver del autócrata permanecerá expuesto hasta el día 28, cuando se celebrará el funeral de Estado. Ninguna delegación extranjera ha sido invitada a las exequias del dictador, que murió el sábado de un infarto, aunque su muerte no se hizo pública hasta el lunes.

Tras el desfile de personalidades del régimen, empezó el de norcoreanos de a pie, muchos de ellos deshechos en lágrimas, que en no pocas ocasiones parecían sinceras. También en el aeropuerto de Pekín grupos de norcoreanos pasaban ayer portando ramos de crisantemos blancos en señal de duelo.

Publicidad

"Es como si hubiera muerto el padre de todos ellos", dice un obrero surcoreano

Una actitud sorprendente, vista desde el exterior, si se considera que el hombre que ahora yace en un pedestal cubierto de flores rojas y blancas sumió a su pueblo en el atraso y en la hambruna uno de cada cinco niños norcoreanos está desnutrido, según Naciones Unidas, mientras él no tenía reparo alguno en darse al lujo y regalarse con bogavante, champán y fiestas con mujeres.

Publicidad

Kim Dong-soo, un obrero surcoreano que trabaja en un complejo industrial en Corea del Norte, explicó a su manera esta paradoja en declaraciones a Reuters, al afirmar que para no pocos norcoreanos, al parecer convencidos por la propaganda del régimen, es como "si su padre hubiera muerto".

"Hoy es un día lleno de lágrimas. [Los norcoreanos] no pueden ni siquiera pronunciar una palabra", declaró nada más atravesar la frontera entre las dos Coreas de vuelta a su casa.

Publicidad

Wang Haoyan, un estudiante chino de la universidad Kim Il-sung de Pyongyang, corroboró que muchos norcoreanos sienten realmente la muerte del tiránico líder, que, entre otras atrocidades, mantenía encarceladas al menos a 200.000 personas por motivos políticos o bien simplemente por no ser adeptos a su régimen. "Se podía ver que las lágrimas de los norcoreanos eran reales", subrayó Wang.

Otro ciudadano chino que ayer llegó a Pekín relató que se encontraba en una explotación agrícola situada a cien kilómetros de la capital norcoreana cuando los altavoces anunciaron la muerte de Kim Jong-il. "Todos empezaron entonces a llorar a gritos", recalcó este trabajador.

Publicidad