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Laboristas y 'tories' pelean por cada voto
en las elecciones más ajustadas en décadas

Los votantes británicos destacan la alta participación en unos comicios que parten con los dos grandes partidos empatados en las encuestas. Los esfuerzos se concentran en distritos ‘marginales’ como el de Hampstead and Kilburn

Dos personales salen de votar en una mesa electoral instalada en el garaje de una casa de Croydon. - AFP

JAVIER PÉREZ DE LA CRUZ

LONDRES.- 42 votos. Esa fue la mínima diferencia entre los candidatos laborista y conservador en las últimas elecciones generales de 2010 en el distrito de Hampstead and Kilburn, en el norte de Londres. Este es el más ‘marginal’ de todos los distritos electorales de Gran Bretaña, adjetivo con el que se define a las zonas donde no está claro qué partido se acabará llevando el escaño.

En áreas como esta del barrio de Camden es donde se decidirán las que muchos han bautizado como las elecciones más reñidas desde la Segunda Guerra Mundial.

John, un voluntario laborista de mediana edad, explica cómo no se deja espacio a la pereza: "A cada persona que llega le preguntamos su número de registro, lo apuntamos y mandamos a las oficinas del partido. Allí comprueban que todas las personas que nos habían mostrado apoyo previamente han acudido ya a votar. Y si sale alguno que no, pues llamamos a su puerta y le recordamos que tiene que ir al colegio electoral".

"Se espera una participación más alta que el 65% de las últimas generales"

Alrededor de 50 millones de personas se han registrado para participar en los comicios, paso necesario para poder ejercer el derecho a voto en el Reino Unido. Se espera una participación más alta que el 65% de las últimas generales. Están en juego 650 escaños de la Cámara de los Comunes de Westminster.

"Mira el tiempo que hace. Esto nos favorece, que luzca el sol los días de votación es siempre bueno para el laborismo, pues a sus votantes siempre cuesta más convencerles para que salgan a votar", cuenta John. "Estamos viendo muchas ganas de participar. Por ejemplo, esta mañana, según una compañera, la gente estaba haciendo cola aquí para llegar a las urnas".

Buenas noticias, pues, para Ed Miliband, quien confía en arrebatar a David Cameron el 10 de Downing Street. Pero, por supuesto, ahí no acaba la cosa. Por delante queda una larga y emocionante noche de recuento de votos, y los resultados definitivos no se conocerán hasta mañana viernes.

Ricos y pobres en el mismo barrio

Hampstead and Kilburn es una plaza simbólica también por concentrar en un mismo distrito una alta población tanto de ricos como de pobres. Oscuras tiendas de pequeños prestamistas se levantan a pocas calles de señoriales viviendas de tradición británica.  "Yo conozco a mucha gente que ha comprado una casa en los últimos años que no va a estar nada contenta con la ‘mansion tax’ de Miliband", explica Melanie, una joven votante conservadora.

"Confío en que la gente sea capaz de ver que la economía funciona hoy mucho mejor que hace cinco años", defiende James, un jubilado que ha votado a los conservadores

Se refiere a una promesa laborista por la que se obligaría a pagar una tasa a los dueños de viviendas con un valor por encima de los dos millones de libras. "Pienso que ese puede ser un motivo que mueva al electorado de aquí a favor del partido conservador, porque que la gente se compre una cosa no significa que tengan mucho dinero", añade Melanie.

También ‘tori’ ha sido el voto de James, un jubilado de la zona. "Confío en que la gente sea capaz de ver que la economía funciona hoy mucho mejor que hace cinco años", señala tras salir del centro comunitario Kingsgate, convertido hoy en colegio electoral. Y continúa: "Han creado muchos puestos de trabajo, y merecen un reconocimiento por ello".

Estabilidad económica y empleo. Son los dos ejes en los que Cameron ha centrado su campaña electoral. Y su mensaje cala entre las calles de este disputado distrito. Pero también el de su rival.

"Creo que las políticas laboristas son las adecuadas para este país". ¿Cómo cuál? "Salario mínimo", defiende Nazrul Uslam, vecino de Hampstead and Kilburn  

"Creo que las políticas laboristas son las adecuadas para este país". ¿Cómo cuál? "Salario mínimo. La gente necesita que se suba el salario mínimo. Hay muchos que lo están pasando mal, que no tienen suficiente. Y también NHS [el sistema público de sanidad británico], porque los laboristas son los únicos que garantizan su continuidad".

Nazrul Uslam, otro vecino de Hampstead and Kilburn, responde con dos de las propuestas estrella de Ed Miliband a la pregunta de por qué ha decidido votar por los laboristas. Estas son subir el actual salario mínimo de 6,5 a 8 libras y destinar más financiación a la NHS. Aunque para él, la figura de la joven candidata Tulip Siddiq es otro punto a favor, pues "ella es alguien del barrio, que ha sido antes miembro del consejo local y ha ayudado a mucha gente".

Tanto Nazrul, como Melanie y todos los demás están convencidos de que su partido acabará llevándose este escaño tan ajustado así como la victoria en estas elecciones tan impredecibles. Y hay otro punto en el que todos coinciden. La fuerte irrupción de los pequeños partidos y el papel fundamental que desempeñarán en la próxima legislatura.

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