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¿Qué está en juego en las elecciones presidenciales de Francia?

Del enfrentamiento electoral entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen surgirán dos formas muy diferentes de aplacar los estragos de la pandemia y las derivadas de la invasión rusa a Ucrania.

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Carteles de Emmanuel Macron y Marine Le Pen en la junta electoral de Montpellier, a 21 de abril de 2022. — Pascal Guyot / AFP

Madrid,

Los números no engañan. Nada como un puñado de cifras para esbozar un escenario que, a priori, se intuye clave para el futuro de un país y su entorno. Las elecciones presidenciales de Francia arrojan una serie de interrogantes cuyas derivadas reverberan más allá de sus fronteras.

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Con más de 67 millones de habitantes, Francia es la séptima economía del mundo, el país más visitado, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y potencia nuclear. Además, el país vecino es socio fundador de la Unión Europea.

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Con semejantes mimbres, cualquier viraje en sus políticas afectaría, y de qué manera, a nivel internacional. Del enfrentamiento electoral entre el presidente Emmanuel Macron y Marine Le Pen, la aspirante al Elíseo y líder de la extrema derecha, surgirán dos formas muy diferentes de aplacar algunos de los frentes que más nos acucian.

La invasión rusa a Ucrania y la recuperación económica tras el parón que supuso la pandemia exigen respuestas urgentes. Un panorama ineludible con visos de tormenta perfecta que opaca otras cuestiones largamente postergadas. Hablamos, por ejemplo, de la transición de Francia a las energías limpias, la sostenibilidad de su modelo de bienestar o el temor a la migración.

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No se puede obviar tampoco la enorme desafección política que corroe el país. Una desafección que ya se ha evidenciado en la primera vuelta de las elecciones, con una participación del 73,69%, un porcentaje elevado si lo comparamos con muchos países de su entorno, pero que supone la cifra más baja que ha registrado Francia en unas elecciones presidenciales desde 2002.

Por otra parte, la posibilidad de que la ultraderecha abogue por un Frexit (una hipotética retirada francesa de la Unión Europea) parece que pierde enteros, sin embargo en su programa se apuesta por una progresiva sustitución de la Unión Europea por una Alianza Europea de Naciones, lo que viene a ser un intento por hacer primar el derecho patrio por encima del derecho comunitario. Algo que, tal y como aseguran los expertos en derecho europeo, sería incompatible con la pertenencia a la Unión Europea.

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