Israel desvela el misterio de 715 viviendas de Cisjordania
La información de que Israel ha autorizado la construcción de 715 viviendas para los palestinos en la Cisjordania ocupada ha causado controversia en el estado judío. El inesperado anuncio se hizo el martes pero desde entonces el entorno de Benjamín Netanyahu ha aclarado el alcance de una medida que no tiene ninguna implicación más allá de la propaganda.
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jerusalén,
El martes por la noche, el Canal 11 de la televisión pública israelí, reveló que ese mismo día el primer ministro Benjamín Netanyahu había celebrado una discreta reunión con el selecto número de ministros que forman parte del gabinete de seguridad durante la que se aprobó la construcción de 715 viviendas para los palestinos en el Área C de la Cisjordania ocupada, una zona bajo el control exclusivo de Israel, según los acuerdos de Oslo.
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En la misma reunión se aprobó la construcción de 6.000 viviendas para colonos judíos en los asentamientos israelíes levantados ilegalmente en esa misma Área C. En las horas siguientes, Netanyahu evitó comentar cualquiera de las dos noticias, pero el miércoles, durante una visita a la colonia de Efrat, proclamó que “ninguna colonia o colono serán arrancados de aquí” ocurra lo que ocurra.
La noticia del Canal 11 se recibió en un primer momento con desconcierto entre la clase política local, estupefacción que incluso trascendió a los medios de comunicación hebreos. ¿Cómo era posible que Netanyahu aprobará la construcción de 715 viviendas para los palestinos en el área C? Nadie lo podía entender.
La aprobación de las viviendas por parte del gabinete de seguridad está pendiente de la aprobación por parte de la Administración Civil del ejército israelí
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Fue un estupor lógico si se tiene en cuenta que apenas faltan unas semanas para que los israelíes voten en las elecciones generales del 17 de septiembre. ¿Cómo es posible que poco antes de que se abran las urnas Netanyahu apruebe la construcción de cientos de viviendas para los palestinos? Nadie lo acababa de entender.
Y nadie lo entendió hasta el miércoles por la noche, cuando en el entorno de Netanyahu se aclaró el misterio: dentro de poco habrá reuniones en la sede de las Naciones Unidas para revisar la situación de los palestinos, y se espera que en estas reuniones, donde también habrá votaciones, se condene la ocupación israelí.
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Israel espera que una de las condenas específicas sea por racismo y discriminación hacia la población palestina, y Netanyahu, que se lo ve venir, ha decidido contrarrestar esas condenas que ya están en marcha: la aprobación de las 715 viviendas palestinas tiene por objetivo que Israel pueda responder: “¿Lo veis? Nosotros aprobamos la construcción de viviendas para los palestinos. No somos racistas ni les discriminamos”.
Y en el mismo entorno de Netanyahu se precisó que, en cualquier caso, la aprobación de las viviendas por parte del gabinete de seguridad está pendiente de la aprobación por parte de la Administración Civil del ejército israelí, que todavía tendrá que dar el visto bueno y ratificar la decisión del gabinete, un trámite obligatorio que podría anular total o parcialmente, o condicionar de distintas maneras, la decisión del gabinete.
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La construcción de viviendas también servirá para que Netanyahu pueda defender en la ONU que no discrimina a los palestinos
De entrada, indicaron en el entorno de Netanyahu, no se ha aclarado si las 715 viviendas que en principio se han aprobado serán viviendas nuevas, o simplemente se darán permisos a viviendas ya existentes que hoy no cuentan con los rigurosos permisos requeridos por el ejército. En cualquier caso, se trata de un asunto envuelto en una densa niebla y que no permite lanzar las campanas al vuelo.
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Poco después, el ministro de Transportes, Bezalel Smotrich, de la Unión de Partidos de la Derecha, una formación de extrema derecha y ultranacionalista, confirmó que la autorización de las viviendas palestinas forma parte de un plan que prevé expandir la soberanía israelí en Cisjordania. En un mensaje colgado en Facebook, Smotrich dijo que Israel quiere “evitar la creación de un estado terrorista árabe”, “proteger toda nuestra Tierra de Israel y desarrollar las colonias y la soberanía por todas partes”.
Smotrich lo dejó más claro que el entorno de Netanyahu cuando agregó: “Israel está creando un plan estratégico para detener la creación de un estado palestino dentro del país”. Y para aclarar más el misterio, dijo que los “residentes originales”, es decir los palestinos, solo podrán construir “en lugares que no dañen los asentamientos ni la seguridad de Israel, y que no creen una continuidad (palestina) ni creen de facto un estado palestino”.
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Naturalmente, los portavoces de los colonos respondieron inmediatamente al anuncio del Canal 11 condenando sin paliativos cualquier aprobación de viviendas para los palestinos. El jefe de las colonias de Binyamin, Israel Gantz, y el presidente del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, publicaron una declaración en la que dijeron que la decisión del gabinete era “particularmente preocupante”.
“La Autoridad Palestina, con la asistencia financiera de elementos extranjeros (en clara alusión a la Unión Europea), está llevando a cabo una construcción masiva e ilegal en esas áreas con el claro objetivo de establecer un estado terrorista en el corazón del país”, advirtieron Gantz y Dagan. “Esperamos que esto no constituya, el cielo no lo permita, un gesto hacia el gobierno que se establecerá después de las elecciones”.
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Entre los palestinos también se registró un notable desconcierto inicial. Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente Mahmud Abás, declaró que los palestinos tienen derecho a construir en toda Cisjordania, y que para ello no necesitan ningún permiso de Israel. Además, añadió, los palestinos no negociarán nunca su derecho a construir en Cisjordania.