Inglaterra y Gales suben de 16 a 18 años la edad para casarse
El matrimonio en Gran Bretaña y en España ha cambiado mucho desde Isabel y Diego ('Los amantes de Teruel') o 'Romeo y Julieta', cuyas familias percibían pobreza o riqueza en lo que los enamorados veían sólo pasión. El caso de José de Espronceda y Teresa Mancha refleja en el s XIX la verdadera relación... anglo-española.
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londres, Actualizado:
Con Brexit o sin él, Gran Bretaña (Irlanda del Norte va a su bola) mantiene ciertas peculiaridades de las que no sabe si avergonzarse o enorgullecerse. En avenencia con la mayoría de miembros de la Unión Europea (UE), los 16 años es la edad de consentimiento sexual, tomar alcohol, gastar en juegos y apuestas, comprar anticonceptivos, etc. A los 18 se puede votar o asumir responsabilidades oficiales. Hasta ahora, en Inglaterra y Gales podían casarse a los 16 con el permiso paterno o materno (en Escocia sin él). Esta semana concluye el proceso parlamentario de la ley Marriage and Civil Partnership Bill que fijará los 18 años como la edad más temprana para el matrimonio.
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Una de las razones que aduce el Gobierno para el cambio es impedir las bodas de menores acordadas por los progenitores. La legislación británica distingue los enlaces forzados de los concertados: los primeros están prohibidos; los segundos se permiten porque, teóricamente, dan opción a las dos personas involucradas a aceptarlo o rechazarlo. Una línea difícil de trazar -la de concertar en la adolescencia con quien compartir el resto de la vida- porque se fija dentro de la privacidad familiar. Sólo las cuatro paredes del hogar son testigos de la concertación, si no forcejeo. La práctica se mantiene en Gran Bretaña.
Esta semana concluye el proceso parlamentario de la ley Marriage and Civil Partnership Bill que fijará los 18 años como la edad más temprana para el matrimonio
En 2020 se registraron 759 matrimonios concertados, según Forced Marriage Unit. El ministro de Sanidad, Sajid Javid, ha dicho que a partir de ahora los casorios, ni concertados: "El matrimonio de menores es un abuso de menores". Dentro de la Commonwealth, la madre patria no ofrece gran ejemplo a otros miembros que practican las nupcias convenidas. Pronto, Londres quedará mejor en las reuniones del eximperio, practicando lo que predica: las uniones son cosa de adultos.
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A través de la historia y de la literatura (incluidos romanticismo y ringorrangos), el matrimonio no sólo se ha vinculado a la actividad sexual y la reproducción en unidades familiares, sino que las nupcias de menores, a menudo, sacan a las niñas de las escuelas y las colocan en el hogar (dulce, amargo o violento). Los esponsales, desde el siglo XIII, con Isabel y Diego (Los amantes de Teruel) o Romeo y Julieta en el XVI-XVII, han sido cuestión de pobreza, estrategia profesional o acuerdo con trasfondo económico para perpetuarse (o mejorar) en la escala social. Jane Austen en Orgullo y Prejuicio pone precio concreto (10.000 libras anuales) a los pretendientes de la hija para que del enlace puedan beneficiarse ambas familias.
La ley que se modifica estos días en Inglaterra y Gales avaló a una destacada pareja del exilio español del siglo XIX en Inglaterra. La menor, Teresa Mancha, fue conocida por ser la amante del poeta José de Espronceda, no obstante, fue también la esposa del próspero comerciante bilbaíno, Gregorio de Bayo, en una amalgama de circunstancias que reflejan con tino qué significa el matrimonio en determinados lugares y momentos. El padre de Teresa, el coronel Epifanio Mancha, era un liberal a quien le tocó dejar España tras el triunfo absolutista de 1823. Marchó a Portugal, donde coincidió con el poeta Espronceda, quien escribía a sus padres diciendo que huía, "no por ninguna necia calaverada, sino por el amor y el honor a la patria".
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Un conjuro del azar hizo que Teresa naciese en 1812, con la constitución que defendía su padre, si no en Cádiz, en Torrecilla (Córdoba). De Portugal, la familia Mancha y Espronceda, por separado, emigraron a Londres en 1827. El exilio los llevó a la penuria, así que cuando Teresa contaba 16 años y el comerciante español la cortejaba, el coronel y su esposa, Amparo Arroyal, vieron en el casorio un alivio para la familia: Teresa, una boca menos que alimentar; y Gregorio, una ayuda para el resto. En el certificado de boda surge dos veces el término "menor" y el permiso de Epifanio para el enlace de su hija. Gregorio parece ser el único que ve amor eterno para la boda, puesto que Teresa no lo percibe ni para dos años. Vuelve con el poeta, se acogen a una amnistía y regresan a España donde se separan. Ni el matrimonio ni el emparejamiento funcionan en la vida de la andaluza, que murió a los 27 años en una casa de la calle Santa Isabel de Madrid. Allí acudió Espronceda a velarla, y de allí brotó Canto a Teresa.
Al margen de las inanidades ceremoniales que acarrean los casamientos, la edad de los involucrados se ha disparado desde que Teresa se casó a los 16 con un próspero vasco en Londres. Los datos oficiales en España de matrimonios en 2020 (año atípico por la pandemia) sitúan la edad de las parejas en una media de 38 años para hombres y 36 para mujeres. En el mismo 2020 se registraron 90.416 enlaces, 4.098 separaciones y 95.254 divorcios (año doblemente atípico, más divorcios que uniones). Siguiendo la comparación con Reino Unido, en 2021, se registraron 242.000 matrimonios (67 millones de población) mientras España contabilizó 161.000 (47 millones de habitantes). El nuevo cambio en la legislación inglesa no se notará en las cifras. Quienes sí lo notan son las mujeres que en cada país en los que acceden a la enseñanza y las profesiones, la edad en la que se casan sube y la proporción de casorios baja. Otro tema es el aumento del tipo de parejas por géneros o por formalización de sus relaciones. Respecto a Espronceda, tanto romanticismo en su poesía, y él nunca se casó.