El Gobierno luso pide elecciones rápidas y la izquierda dice que hay alternativas
El Ejecutivo se mantiene en funciones y ha repetido que no tiene intención de dimitir y se adaptará a la decisión que tome el presidente.
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Lisboa,
El Gobierno socialista de Portugal quiere que se convoquen elecciones anticipadas cuanto antes para resolver la crisis política abierta en el país, mientras que los partidos más a la izquierda recordaron que hay otras opciones, incluso la de presentar un nuevo Presupuesto.
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Hasta que el presidente luso, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, anuncie formalmente si hay adelanto electoral, lo que no ocurrirá hasta al menos la próxima semana, todas las opciones permanecen abiertas en el país después de que los socialistas se quedasen solos en el Parlamento con el Presupuesto de 2022.
Rebelo de Sousa se ha mostrado en varias ocasiones favorable a convocar elecciones anticipadas, y así se lo ha manifestado al primer ministro, António Costa, cuyo gabinete apeló este viernes a que el adelanto electoral llegue cuanto antes.
Siza Vieira: "Necesitamos elecciones lo más rápidamente posible"
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"Necesitamos elecciones lo más rápidamente posible", pidió el ministro de Economía, Pedro Siza Vieira, que consideró que unos comicios en enero serían la mejor opción para mitigar los efectos de la crisis en la economía. Al mensaje de Siza Vieira se unió el titular de Exteriores, Augusto Santos Silva, que defendió que los comicios son "la solución más razonable".
El Gobierno se mantiene en funciones y ha repetido que no tiene intención de dimitir y se adaptará a la decisión que tome el presidente.
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La izquierda dice que hay alternativas
La mayoría de los partidos del hemiciclo han manifestado su preferencia por el adelanto electoral, pero no los antiguos socios de izquierda del Gobierno, el Partido Comunista Portugués (PCP) y el Bloco de Esquerda (BE).
Las dos formaciones, que precipitaron la crisis con su voto en contra de las cuentas de 2022, han recordado que hay alternativas.
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"Nada obliga a que haya elecciones", dijo este viernes el comunista Vasco Cardoso, miembro del Comité Central del PCP, que consideró en una entrevista con la emisora lusa TSF que la "insistencia" del presidente para convocar comicios es un "factor de inestabilidad" para el país.
Vasco Cardoso: "Nada obliga a que haya elecciones"
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Cardoso dijo que si el Gobierno está "efectivamente empeñado en responder a los problemas del país" siempre tiene la opción de presentar un nuevo Presupuesto. "Nosotros no tenemos ninguna fijación con votar en contra", añadió. Desde el BE, su líder parlamentario, Pedro Filipe Soares, ya había señalado que para su partido "no es inevitable" que el rechazo del Presupuesto se traduzca en la disolución de la Asamblea y la convocatoria de elecciones.
La izquierda salió tocada del último acto electoral, las municipales de hace apenas un mes, donde tanto comunistas como BE perdieron votos. Los socialistas, aunque se mantuvieron como la fuerza más votada, acusaron el desgaste y perdieron su principal bastión, Lisboa.
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El presidente prosigue con la ronda de contactos
El país sigue a la espera del presidente, que tras recibir el miércoles a Costa y al líder del Parlamento, Eduardo Ferro Rodrigues, retomó este viernes la ronda de contactos, esta vez con los agentes sociales.
Los primeros en llegar al Palacio de Belém fueron las confederaciones patronales, que insistieron en que su principal preocupación es que haya "estabilidad".
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Francisco Calheiros: "Deseamos un cuadro político que permita estabilidad
"Deseamos un cuadro político que permita estabilidad y las reformas que el país necesita para volver al crecimiento económico", dijo el presidente de la Confederación del Turismo de Portugal, Francisco Calheiros, que recordó que la situación política se produce cuando el país está saliendo de la crisis por la pandemia.
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La patronal de los agricultores apuntó su preferencia para la fecha de unos eventuales comicios: febrero.
Rebelo de Sousa recibirá este sábado a los partidos del hemiciclo y la próxima semana, el día 3, ha convocado una reunión del Consejo de Estado para abordar la crisis.
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Si finalmente avanza con la disolución del Parlamento, el presidente luso tiene 55 días para marcar la fecha de las elecciones anticipadas, según la ley electoral.