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Frauke Petry, la líder ultra que hace sombra a Angela Merkel

La cara visible de la formación de extrema derecha Alternativa para Alemania
es la nueva revelación política en el país.

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La líder de Alternativa para Alemania, Frauke Petry, durante un mitin en Berlín. - REUTERS

BERLÍN.- Las elecciones municipales y regionales de Berlín celebradas este domingo han vuelto a demostrar que Alternativa para Alemania (AfD), el nuevo partido de ultraderecha, estabiliza ya su presencia en el tablero político alemán. Con un 14,2% de las papeletas, entran fuertemente en el parlamento berlinés, a pesar de ser uno de los Länder tradicionalmente izquierdistas. En esta ocasión no han logrado superar a los partidos de la Gran Coalición (socialdemócratas y los democristianos de Angela Merkel), ni tampoco a los Verdes o Die Linke (la izquierda), aunque cumplen sobradamente con sus expectativas, pues las encuestas estimaban su resultado en torno a un 15%.

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Las elecciones de Berlín han vuelto a demostrar que Alternativa para Alemania (AfD), el nuevo partido de ultraderecha, ya ha estabilizado su presencia en el tablero político alemán

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Una de las demandas primordiales de AfD es la vuelta al concepto tradicional de familia, donde la mujer asume las tareas de cuidados y se encarga de la asunción de roles patriarcales que combinará, en su caso, con el trabajo remunerado. Una vuelta a los orígenes que disfraza de superwoman a una mujer a la que se le reserva el papel de sumisa ante su marido. Su posición en contra del aborto también les hace ganar adeptos entre los sectores más fundamentalistas. Al mismo tiempo que AfD pide más ayudas para fomentar un incremento de los nacimientos, en su programa electoral declaran que la inmigración no es una solución para la baja natalidad alemana, a pesar de que ésta rejuvenece la población y aumenta la tasa demográfica.

Petry, con un dominio de los tiempos mediáticos impecable, se presenta hostil ante la prensa pero también demuestra que sus dotes comunicativas son excepcionales. Su voz es dulce pero contundente y esquiva las cuestiones incómodas, como las referentes a si entre sus filas hay nazis o aquellas que les relacionan directamente con el NPD, el partido explícitamente nacionalsocialista que en varias ocasiones ha pedido el voto para AfD por encontrarse en proceso de ilegalización.

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La líder de AfD defendió disparar a los refugiados en las fronteras para que no entrasen en Alemania 

En cuanto a Petry, su coraza se construye en torno a una personalidad mediática dura y fuerte. Ella misma se encarga de dar instrucciones a sus compañeros de partido en plenas ruedas de prensa para que no entren al trapo sobre ciertas cuestiones polémicas. Esto le hace despertar tantos odios como pasiones entre la ciudadanía. La semana pasada su coche, un vehículo Seat, sufrió un ataque y fue incendiado en la ciudad oriental de Leipzig.

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En algunas ocasiones la líder de AfD ha hecho declaraciones polémicas, como cuando expresó su deseo de que se disparase a los refugiados en las fronteras para que no entrasen en Alemania, pero también juega con su papel de partido anti-establishment en contra del euro, la Unión Europea y el TTIP. Su odio al islamismo se ha ido transformando en un discurso paternalista con el que se apela a la seguridad del ciudadano, reforzando la Policía y las fronteras.

Los batacazos electorales han conseguido que se acreciente la crisis interna  de la CDU con sus socios bávaros de CSU por el tema de los refugiados y ahora hacen tambalearse a la Gran Coalición 

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A pesar de mostrarse igualmente disgustada por los resultados comicios, hasta ahora Merkel había mostrado su intención de mantener su política de integración intacta. Este lunes, en cambio, la canciller ha declarado que quizá sí que ha errado en su forma de gestionar la crisis migratoria, aunque ésta no es realmente tan de “puertas abiertas” como AfD quiere hacer ver a la población alemana. Una de las últimas restricciones aprobadas es el Asylpakett II, una ley con la que solicitantes de asilo procedentes de Túnez, Algeria o Marruecos son catalogados ahora como migrantes económicos, lo que se traduce en más trabas para obtener un visado y limitación de su acceso a ayudas sociales.

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