El número de víctimas mortales en Egipto no para de crecer. Hoy, al menos 36 presos, supuestos miembros de los Hermanos Musulmanes, han fallecido durante un confuso suceso que ha tenido lugar en el norte de El Cairo, y cuyo relato difiere según las versiones ofrecidas por unas y otras fuentes.

Así, mientras la agencia oficial egipcia Mena asegura que los islamistas murieron tras atacar un grupo armado el convoy policial que los trasladaba a una cárcel al norte de El Cairo, desde otras fuentes gubernamentales, como las del Ministerio del Interior que cita Reuters, los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes murieron durante un motín registrado en una cárcel de la capital egipcia.

Mena explica que los detenidos han perdido la vida durante los choques cerca del presidio entre los policías que los custodiaban y el grupo armado que intentó liberarlos. Y añade que el convoy policial trasladaba a 612 presos islamistas a la cárcel de Abu Zabal, en el norte de la capital. Según la agencia oficial, durante este ataque un oficial de policía ha sido secuestrado por los islamistas, aunque poco después ha sido puesto en libertad y trasladado a un hospital. Sobre los arrestados pesaría una orden de detención por los disturbios del pasado viernes en la cairota plaza de Ramsés, donde se registraron enfrentamientos entre islamistas y policías y un violento ataque contra una comisaría.

Interior explica, por su parte, que los presos fallecidos habían tratado de escapar de una prisión en las afueras de El Cairo y habían tomado como rehén un oficial de policía que posteriormente ha sido liberado.

La tensión se ha disparado en Egipto desde el pasado miércoles, cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron dos acampadas de islamistas en El Cairo. Las autoridades no han ofrecido hasta el momento un balance global de víctimas mortales de los últimos cinco días, aunque según las cifras oficiales difundidas hasta ahora el número de fallecidos se acerca a los 900.

Los partidarios de Mursi han llevado a cabo hoy marchas en varios puntos del país contra el golpe militar, mientras que el jefe del Ejército, Abdel Fatal al Sisi, ha advertido de que no se doblegará ante la violencia.