La extrema derecha avanza en Europa al ritmo que crece la xenofobia
Cameron gira más a la derecha con la crisis de Calais
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El drama es tan cotidiano que ayer exasperó a la responsable de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini. "No podemos continuar como hasta ahora, con un minuto de silencio cada vez que vemos a gente morir", clamó durante la Cumbre de los Balcanes, celebrada en Viena, para tratar de poner una solución a la crisis de los refugiados. De nada ha servido. Como resumió Mogherini, una vez más, la cumbre de jefes de los Estados afectados por el éxodo, sirio sobre todo, acabó como empezó: sin acuerdos y con reproches mutuos mientras 20 millones de refugiados ni siquiera han entrado aún en el viejo continente.
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Por el momento no hay avances en una solución concreta, pero el problema ─ya de por sí complicado─ podría empeorar con un cambio de signo político en los países receptores (Alemania, y países escandinavos) y los de tránsito. Un mayor peso de la extrema derecha sí que facilitaría el acuerdo entre ellos. Desde Francia hasta Suecia, todos los partidos xenófobos, que ahora juegan la baza del euroescepticismo, coinciden en un férreo bloqueo a la inmigración, deportaciones, recorte de derechos a quienes que ya están en los países y un aumento de la represión contra los que intentan cruzar.
Los resultados de las últimas elecciones europeas evidenciaron un peligroso auge de los partidos de extrema derecha, y los ataques xenófobos contra los autobuses y centros de acogida de refugiados en el Este de Alemania son sólo una de las múltiples reacciones que pueden llegar. El discurso nacionalista de partidos como el Frente Nacional francés, Amanecer Dorado en Grecia o el FPÖ en Suecia ganan terreno en medio de una crisis económica que ha empobrecido a las clases medias europeas y ha dejado en la extrema pobreza a parte importante de la sociedad.
El peligro de una quiebra del Estado del bienestar, el final de las prestaciones sociales o de los sistemas públicos de salud de estos países se utiliza como arma política contra la población extranjera. Y funciona. A esto se añade la alarma global del terrorismo islamista, que tratan de vincular a una inmigración excesiva por culpa, precisamente, de una UE paralizada.
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Le Pen: "Europa
nos ha debilitado imponiendo la apertura
total de las fronteras
"Hay que anular Schengen, impedir a los excombatientes extranjeros que vuelvan. Europa nos ha debilitado imponiendo una apertura total de las fronteras", ha llegado a decir Marine Le Pen, líder del Frente Nacional ante el Parlamento Europeo el pasado enero.
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Cameron gira más a la derecha con la crisis de Calais
El fantasma del ultraderechismo pareció controlado en Reino Unido tras el susto de las elecciones europeas, cuando el euroescéptico y antiinmigración UKIP logró un 29% de los votos, casi duplicando su resultado anterior. En las generales sólo obtuvo un escaño, pero en realidad hubo cuatro millones de ingleses que les dieron su voto y lo convirtieron en la tercera fuerza política del país en porcentaje.
Los Demócratas de Suecia triplicaron sus resultados y se convirtieron en llave de Gobierno en 2014
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Suecia, uno de los principales destinos de los refugiados sirios y de los subsaharianos que logran atravesar el Mediterráneo, es otro importante foco del avance de los ultraderechistas. El Partido Demócrata Sueco duplicó sus resultado en las elecciones legislativas de 2014.
Se convirtió en la llave de Gobierno con un 13%. Su propuesta era limitar la inmigración en un 90% y a punto estuvo de forzar elecciones anticipadas este marzo al bloquear la aprobación de los Presupuestos suecos. Su idea era convertir la cita con las urnas en “un referéndum a favor o en contra del aumento de la inmigración” que, según arguyen, lastra el bienestar de los suecos menos pudientes, que han aumentado durante la crisis económica.
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“Puedes explotar el tema de los refugiados y todas las inseguridades que inflaman a la gente. Eso es lo
que el FPÖ decidió hacer"
En Austria, paso previo de los refugiados de Oriente Medio para alcanzar Alemania, los ultraderechistas del FPÖ ganaron terreno a los socialdemócratas y a los conservadores en las regionales del pasado junio. Sobre todo en áreas rurales y del Este del país. En la región de Estiria, el FPÖ triplicó sus resultados, y el canciller austríaco tuvo claros los motivos: “Puedes explotar el tema de los refugiados y todas las inseguridades que inflaman a la gente. Eso es lo que el FPÖ decidió hacer”, dijo Wener Faymann. El líder de FPÖ, Heinz-Christian Strache, aspira a convertirse en la primera fuerza en las legislativas, y según los analistas, tiene muchas papeletas.
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La incógnita de Amanecer Dorado
En Grecia, los neonazis de Amanecer Dorado consiguieron ser tercera fuerza política en las últimas elecciones legislativas, empatados con los socialdemócratas de To Potami. Los 17 diputados obtenidos, mientras todos los líderes del partido estaban en prisión por pertenencia a banda criminal, podrían aumentar en las anticipadas para septiembre debido a la desilusión, tras un efímero Gobierno de Tsipras, la ruptura de Syriza y la presión migratoria en el país. Una abstención alta, como muchos esperan, beneficiaría a los ultraderechistas.