El Parlamento Europeo ha planteado incluir al excanciller alemán Gerhard Schroeder (canciller socialdemócrata entre 1998 y 2005) en la lista de sancionados por la guerra en Ucrania. El motivo: apoyar a Rusia en plena invasión y seguir ocupando su puesto en el consejo de administración de la petrolera rusa Rosneft.

La institución europea ha hecho esta demanda en una resolución sobre las consecuencias económicas y sociales de la contienda. No obstante, el líder alemán se ha negado a condenar de manera explícita el conflicto militar iniciado por Vladímir Putin en febrero. 

Esto ha provocado que representantes públicos de su país, incluidos de su propio partido, rechacen la actitud del mandatario y le responsabilicen de haber fomentado la dependencia energética alemana de Rusia por patrocinar la construcción de más gasoductos. 

La demanda del Parlamento Europeo se extiende a otros expolíticos para que dejen los cargos que ostenten en empresas rusas. En concreto, el documento recoge que se deben aplicar restricciones contra "aquellos europeos que se nieguen a dimitir de los consejos de administración de las principales compañías rusas".

Por ello, también señala a la exministra de Exteriores de Austria Karin Kneissl, que también está en el consejo de Rosneft e, incluso, invitó a Putin a su boda. Aun así, la resolución no es vinculante aunque supone una importante presión para que las instituciones europeas actúen contra aquellas personalidades europeas que mantienen fuertes vínculos con el Kremlin. 

El Bundestag, frente a Schroeder

En paralelo a los movimientos europeos, la comisión presupuestaria de la cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) ha decidido quitar algunos privilegios a Schroeder, que le corresponden por haber sido canciller del país. Se ha suspendido la dotación personal y la oficina que mantenía en la cámara. 

El pasado año, los gastos en personal y en viajes de los empleados de su departamento ascendieron a casi 419.000 euros, según recoge Europa Press. Esta dato, además, no señala los costes relacionados con el mantenimiento de la oficina ni con su equipamiento. Sin embargo, el antiguo representante seguirá percibiendo su pensión y conservando a sus guardaespaldas.

Esta decisión ha sido apoyada por el Gobierno de coalición. El Partido Socialdemócrata (SPD) ha querido distanciarse de Schroeder de esta forma. Mientras, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) ha sido partidaria de retirarle la pensión.