La espera interminable para entrar en la UE
Ankara ve cómo Croacia e Islandia le adelantarán en la adhesión
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El ingreso de Turquía en la Unión Europea ha estado, para lamento de sus defensores en Bruselas, ausente de la campaña electoral turca. El principal anuncio del primer ministro Recep Tayyip Erdogan fue la creación de un ministerio para Europa. Es el último gesto de Ankara, que considera que no puede hacer otra cosa que esperar hasta que Chipre, Francia y Grecia, con la complicidad de Alemania, levanten el pie del freno en las negociaciones.
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Turquía tiene estatus de candidato desde 2005, un logro que Erdogan capitaliza como propio. Desde entonces, sólo un capítulo de los 35 en los que se estructuran las negociaciones ha sido cerrado.
La negociación para entrar en la UE ha estado ausente durante la campaña
Según indican a menudo diplomáticos turcos, su primer ministro no ve con buenos ojos la apuesta firme por reformas impopulares mientras los 27 no envíen una señal inequívoca de que acogerán al país si cumple los requisitos.
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Las negociaciones permanecen en un estado de parálisis que contrasta mucho con los avances hechos por Croacia, declarado el pasado viernes apto para convertirse en el socio número 28 en dos años. Islandia, candidato desde hace un año, podría convertirse pronto en el número 29.
¿Y Turquía? "No se trata de poner a Turquía en la sala como miembro número 28", aseguró hace unos meses Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea, tras una reunión con los ministros de Exteriores de la UE y de Turquía sobre la candidatura. Según ella, lo prioritario es "ver cómo podemos trabajar de manera más efectiva en las áreas comunes". El ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, advirtió de que "Turquía no aceptará jamás ningún sustitutivo o alternativa al proceso de adhesión".
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Francia, Chipre y Grecia, con la ayuda de Alemania, bloquean el proceso
Sin embargo, puede que no tenga elección, ya que Francia no ha dado signos de haber cambiado de opinión, y la mediación de la ONU en el conflicto que divide a la isla de Chipre tampoco ha concluido. Al peso demográfico del país y los aspectos culturales y geográficos se ha sumado como argumento la crisis económica, que frenará en los próximos años los programas estructurales y de cohesión, además de la extendida certeza en Bruselas de que la ampliación de 15 a 27 miembros se hizo demasiado deprisa.
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Ankara confía ahora en el impulso de Polonia, que asumirá la presidencia de la UE en julio y que recientemente ha anunciado su intención de desbloquear la negociación de los 18 capítulos frenados por Chipre y Francia. "Polonia respalda sin tapujos las aspiraciones de Turquía, aseguró el presidente Bronoslaw Komorowski, la semana pasada, tras reunirse con Abdullah Gül, su homólogo turco. Reino Unido apoya fervientemente la candidatura, al igual que España o Italia, que ven al país como la tarjeta de visita perfecta en el resto de países árabes.