España ofrece a Haití casas prefabricadas
La ministra de Defensa, de visita a las tropas destacadas en el país caribeño, anuncia el envío de cientos de casas prefabricadas
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El Gobierno sigue decidido a apostar por la reconstrucción de Haití casi tres meses después de que el país quedara sumido en el caos y la miseria por el terremoto de siete grados que provocó cientos de miles de muertos y millones de heridos. Ayer, la ministra de Defensa, Carme Chacón, de visita en el país, volvió a reafirmar ese compromiso con los haitianos anunciando que España ya tiene listo un contingente de viviendas prefabricadas para mandar allí.
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La ministra aterrizó en el aeropuerto de Puerto Príncipe sobre las 9.00 de la mañana, hora local (tres de la tarde en España). Allí mantuvo un encuentro con Edmond Mulet, jefe de la Minustah, la misión de la ONU en Haití. Fuentes de Defensa explicaron que Mulet mostró a la ministra su "agradecimiento" y "satisfacción" por la ayuda de los 450 efectivos españoles que llegaron al país el 4 de febrero y que realizan labores de reconstrucción en la zona. Chacón le dijo a Mulet, por su parte, que las casas prefabricadas llegarían al país asiático "a través de la Cruz Roja" y de "otros organismos humanitarios" cuando lo soliciten las autoridades del país.
De momento, los 450 militares españoles con base en el buque Castilla, que navega a unas pocas millas de la localidad haitiana de Petit Goave a falta de una infraestructura donde poder ser amarrado, han conseguido dar atención sanitaria a más de cinco mil haitianos y han vacunado a más de diez mil. La ayuda militar ha permitido también que los vecinos de las zonas más afectadas del terremoto hayan dispuesto de más de 300.000 litros de agua. Esto en un país en el que no hay agua potable, apenas hay doce horas de electricidad al día y las carreteras están destrozadas.
Chacón viajó de Puerto Príncipe al buque Castilla en helicóptero. Desde el aire el panorama era desolador. La capital de Haití, el país más pobre de América, es una inmensa urbe de casas bajas. Puerto Príncipe es la ciudad del chabolismo, y hoy, tres meses después del terremoto, se ha convertido, además, en un gigante vertedero de escombros. Entre los tejados grises y envejecidos destacan miles de tiendas de campaña de plástico en las que se alojan cientos de miles de haitianos, a quienes todavía aterroriza regresar a sus casas por miedo a las réplicas.
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En el Castilla, la ministra felicitó a los soldados españoles por "haber traído la vida" a Petit Goave, localidad de unos 20.000 habitantes que perdió cerca del 10% de su población por el terremoto. El agradecimiento lo vio de cerca "en los ojos de Charlotte", una niña que está ingresada enferma en el buque. "Pero queda mucho por hacer, y se necesitan casas antes de que llegue la temporada de lluvias", prevista para finales de marzo, explicó Chacón. "Debemos refundar Haití mejor que se ha hecho otras veces", agregó la ministra aludiendo al pasado inestable del país. Y a su juicio, la forma idónea de llevar a cabo esa refundación es "a través de las fuerzas armadas, nuestra mejor arma de país", apuntó.
El convoy que acompañó a la ministra viajó en una lancha de combate desde el Castilla hasta la costa de Petit Goave. Una decena de niños recibieron con saludos y sonrisas a los militares, periodistas y técnicos que viajaron con Chacón. La caravana realizó un breve recorrido por las calles de la ciudad, en las que los montones de basura y las miradas atónitas de sus vecinos corroboraban que es una ciudad del tercer mundo. Sin embargo, la mayoría de los habitantes, sobre todo los niños, saludaron efusivamente a los visitantes.
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En un centro de vacunación improvisado por los militares españoles se agolparon los sin techo de Haití, aquellos que o han perdido todo o viven con terror la idea de volver a sus casas. Allí estaba Benjamin, un bebé de apenas dos semanas nacido a bordo del Castilla. Pese a la miseria, su madre no contenía la sonrisa. "El pueblo estaba en coma y poco a poco estamos viéndolo revivir", apuntó orgulloso el teniente coronel médico Luis Moreno. No obstante, una señora seguía lamentando haber perdido a su hijo bajo los escombros del hotel que regentaba cerca de allí. Y un intérprete haitiano, Enso Laviolette, aseguraba no cansarse "nunca" de ayudar a sus vecinos con la colaboración de los militares españoles.
La misión caduca a finales del mes de mayo, y aunque los propios efectivos desplegados en la zona se mostraron cautos al respecto, la situación que se respira en Petit Goave, hace pensar que la misión se mantendrá al menos durante un año. El objetivo, de momento, es que antes de mayo, haya "un techo firme" en todos los campamentos de refugiados, apuntaron desde Defensa.