BERLÍN.- El movimiento islamófobo Pegida sigue convocando cada semana a miles de manifestantes en distintas ciudades de Alemania, desde que empezara a organizarse en la ciudad de Dresde a finales de octubre. Ni la polémica surgida con la publicación de su líder disfrazado de Adolf Hitler en el diario Bild, que se saldó con su dimisión, ni las divisiones en el poder que ha experimentado su cúpula desde entonces, han acabado con el movimiento que, entre otras cosas, culpa a la inmigración y los refugiados de "hacer peligrar su estado de bienestar".

Por ese motivo, hoy se ha convocado en Dresde una marcha de solidaridad con los refugiados a la que más de 70 organizaciones de toda Alemania llaman a participar para "respetar los diferentes orígenes, géneros, religiones, orientaciones sexuales y colores de piel de cada uno". La afluencia a la marcha bajo el lema "Por una convivencia mejor" se espera multitudinaria por el número de buses organizados que llegarán a lo largo de la mañana desde varios puntos de Alemania, como Frankfurt, Hamburgo o Berlín.

El 15-M Berlín se une a la protesta

Desde la capital alemana precisamente, parte una delegación del movimiento 15-M para unirse a la manifestación y mostrar su apoyo a los refugiados y la condena al movimiento Pegida. "Nosotros como inmigrantes nos sentimos directamente afectados por lo que reivindica Pegida y nos solidarizamos con todo lo que sea estar en contra del racismo", asegura Carlos Aparicio, uno de los 17 miembros del 15-M Berlín que viaja hoy a Dresde. Ésta no es la primera condena que hace el movimiento español sobre Pegida, sino que cada lunes muestran su repulsa en las contramanifestaciones simultáneas a Bärgida, como se conoce al movimiento en Berlín.

"La precariedad de los inmigrantes genera xenofobia laboral por parte de los trabajadores locales"

En la marcha de hoy, los activistas españoles pretenden reivindicar una de las situaciones que, bajo su punto de vista, potencian esta clase de actitudes racistas: las diferencias en las condiciones laborales entre trabajadores inmigrantes y alemanes, un asunto que el 15-M trata a diario mediante el Grupo de Acción Sindical y la Oficina Precaria, donde ayudan y asesoran a españoles con problemas laborales en Alemania. De hecho, en el marco de la manifestación pretenden visibilizar el trabajo de ambos grupos y repartir un manifiesto donde condenan la crisis actual y las medidas de austeridad que, según consideran, promueven la aparición de movimientos como Pegida y que Carlos compara con la situación que vivió España hace unos años. "Cuando tras una burbuja, deja de existir tanto empleo y hay un paro masivo, los que han venido de países con condiciones laborales más bajas, aceptan un tipo de condiciones peores, y las empresas lo aprovechan. Y eso, que ocurre ahora en Alemania, genera xenofobia laboral por parte de los trabajadores locales".

Su compañero Miguel, que también acudirá a Dresde, coincide con él y añade que Pegida surge como un fracaso de la izquierda, "que no ha sabido explicarle a la gente que debe echar la culpa de la crisis a los poderes económicos, la UE, etc. Por eso es tan importante avanzar en la lucha contra la austeridad, como se hace en España y Grecia".

La visión de los españoles en Dresde

A Carlos, Miguel y los otros miembros del 15-M que partirán desde Berlín, se unirán en Dresde más emigrantes españoles como Elena Domingo, una profesora que lleva 13 años en Alemania y que ha visto cómo el movimiento islamófobo nació y creció en su ciudad. "Al principio era muy pequeño, y todo el mundo intentó ignorarlo, pero con el tiempo subió de intensidad y se empezó a ver que no era algo pasajero y a estar en el día a día de las personas, en cada conversación", cuenta Elena, que además colabora en la organización "Integration und Ausländerbeirat Dresden" (Consejo asesor de integración y extranjería), donde desde el principio intentaron dialogar con simpatizantes de Pegida. "Vimos cómo pasaron de estar sólo descontentos con el tema del islamismo a estarlo también con los refugiados, y a acudir a todos los ayuntamientos de la ciudad a protestar contra medidas de acogida".

"De repente los inmigrantes empezaron a tener miedo en la calle o se increpaba a gente que hablaba de Pegida"

"De repente los inmigrantes empezaron a tener miedo en la calle o se increpaba a gente que hablaba de Pegida diciéndoles que no sabían de lo que hablaban", explica Elena. Este crecimiento del racismo en su ciudad considera que proviene de ciudadanos que en realidad nunca ha tenido contacto con los extranjeros, que sólo suponen el 4% de la población. "Antes había indecisos que podían tener criticas con los extranjeros y no lo expresaban, pero a raíz de estas manifestaciones es como si se hubiera legitimado. Pero también hay gente muy cosmopolita que está horrorizada, y las dos cosas conviven en esta ciudad".
Si el movimiento es realmente legitimado por una mayoría considerable, se sabrá en las próximas elecciones municipales, ya que el fundador de Pegida, Lutz Bachmann, anunció recientemente que pretenden presentarse a los comicios de Dresde del próximo 7 de junio.