El Ejército sale a limpiar las calles en Nápoles
Los alumnos se niegan a volver al colegio por la basura.
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El Cuerpo de Ingenieros del Ejército madrugó este lunes para despejar a tiempo las montañas de basura acumuladas en torno a los colegios del sur de Italia, pero los padres se negaron a llevar a sus hijos a la escuela.
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Cualquiera se atreve a pisar la calle y abrirse camino entre las 110.000 toneladas de basura desparramadas en la provincia de Campania, especialmente en Caserta y Nápoles. La vuelta al cole tras las vacaciones de Navidad no está siendo nada fácil en estas zonas.
Hace dos semanas que no se recogen los desperdicios, justo en una época propicia para acumular basura entre los restos de las copiosas comidas y los envoltorios de regalos. Después de la visita de la Befana, la anciana que lleva los regalos a los niños italianos la noche del 6 de enero, tocaba regresar a la escuela, y el primer ministro, Romano Prodi, como medida límite, sacó al Ejército a hacer de basureros conmáquinas excavadoras.
Pero su iniciativa no cuajó y aunque los accesos a los centros escolares ya están despejados, prácticamente ningún niño pisóeste lunes la escuela en laszonas más afectadas por la huelga en Campania.
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Un problema, ya en Noviembre.
Según Eleonora Travaglini, profesora de francés en una escuela de la provincia de Áscoli en el norte de Italia y a salvo de la suciedad, “ya a finales de noviembre se acumulaba la porquería en las calles del centro histórico de Nápoles”. A Travaglini, esto no le llamó especialmente la atención: “la gente en Nápoles está acostumbrada a quemar sus desperdicios en la calle sin ningún control, para deshacerse de ellos”.
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El humo tóxico, repleto de emisiones de dioxina, afecta sobre todo a la salud de los napolitanos, proclives a padecer tres veces más cáncer que el resto de compatriotas en el país transalpino, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En concreto, el cáncer de páncreas y de pulmón es un 12% más probable en Nápoles que en el resto del país. Y sin embargo, no es el primer episodio de basuras atestando las calles de Nápoles de un olor nauseabundo.
Es una situación cíclica, que se repite desde hace 14 años. La Camorra, la mafia que controla los negocios en Nápoles, hace dinero con la recogida y eliminación de basura en vertederos ilegales. De acuerdo con un reciente estudio del grupo ecologista italiano Legambiente, la industria de la basura generó a la Camorra 5.800 millones de euros el año pasado.Esa tesis fue también defendida ayer por el escritor Roberto Saviano experto y amenazado por la Camorra, en una entrevista concedida a la Rai Uno.
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Campania, el vertedero del norte
Saviano, autor del bestseller Gomorra, dijo además que las provincias del norte están implicadas en la situación de inmundicia que asolan Caserta y Nápoles. Los gobernantes del norte de Italia envían a la Campania desechos tóxicos de sus provincias, y la mafia los vierte sin escrúpulos directamente al Golfo de Nápoles. Así el norte ahorra dinero evitando los costes de una incineración apropiada. Con la basura “ganan todos”, apostilla Roberto Saviano.
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Por encima de los tejemanejes de políticos y mafiosos, además se elevan las protestas de los ciudadanos contra la reapertura de vertederos cerrados en el pasado por el peligro potencial contra la salud pública. En el barrio napolitano de Pianura, un centenar de manifestantes se enfrentó ayer a la Policía.
Los vecinos intentaron bloquear el acceso de las autoridades a un antiguo vertedero muy cercano a sus casas, clausurado en 1996. Vicenzo, uno de los manifestantes, de 30 años de edad, se encaramó a un bulldozer que se abría camino al vertedero pero fue golpeado con contundencia por la Policía: “Sólo quería hacer un gesto a la reflexión y me golpearon en la cabeza y en la espalda con la porra”.
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El Gobierno italiano ha invertido 2.000 millones de euros en nuevas infraestructuras, pero una combinación de incompetencia política, corrupción y crimen organizado aplazan el final de la crisis de recogida de basuras en el sur de Italia. En Nápoles, por ejemplo, todavía no se ha terminado la construcción de una incineradora, que debía haberse abierto en 2007.