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EEUU se prepara para unas elecciones presidenciales más ajustadas de lo esperado

Barack Obama sale al rescate de Hillary Clinton ante el ascenso de Donald Trump en las encuestas.

Los candidatos a la presidencia de EEUU, Donald Trump y Hillary Clintonm en un debate electoral. REUTERS

GUILLERMO LERMA

NUEVA YORK.- Para creerse que Donad Trump tiene alguna opción de ganar las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, además de leer el detalle de las últimas encuestas que se publican en los medios del país y que han puesto patas arriba la campaña, es un buen ejercicio hablar con un grupo representativo de ciudadanos norteamericanos para preguntarle cómo y por qué un personaje político tan polémico, que ha sido acusado de abusos y acoso a mujeres, puede acabar representando a una de las naciones más poderosas y desarrolladas del planeta.

Phill tiene 30 años y vuela desde una ciudad de Europa a otra de Estados Unidos, donde nació. En su día a día da clases como auxiliar de conversación de inglés en un colegio de un barrio humilde de Madrid. Es una persona normal. Sabe que España no es un estado más de México y no comparte la idea de construir un muro en la frontera sur de su país. Ni tampoco cree que deportando a miles de personas se vaya a acabar la precariedad o la desigualdad en EEUU. Pero aún así votará a Trump. Le cuesta reconocerlo, aunque en durante la conversación y el transcurso del debate lo acaba admitiendo. Lo apoyará, no porque sea su candidato, sino porque no puede soportar la idea de volver a ver a un Clinton ocupando el despacho Oval. Le pasa a él y dice que a "casi toda su familia".

Este vuelco en los sondeos evidencia que la batalla por la presidencia de EEUU está más disputada de lo que algunos se pensaban

Azotado por los escándalos, durante los meses que ha durado la campaña electoral en Estados Unidos, el magnate, ahora aspirante a la Casa Blanca ha estado en muchas ocasiones al borde de la ‘muerte política’. Varios medios de comunicación, e incluso la propia Hillary Clinton dieron por hecho que Donald J. Trump ya tenía asumida su derrota, sobre todo después de que el Washington Post publicara un vídeo en el que aparecía mofándose de las mujeres y haciendo comentarios machistas, soeces y vejatorios sobre una de ellas.

Sin embargo, ese mismo Trump, supuestamente neutralizado hace unas semanas, se está volviendo de nuevo peligroso en el final de la carrera electoral del partido demócrata. Y es que su candidata, no solo no es capaz de despegar en las encuestas, sino que a cinco días de la elección tiene a su rival pisándole los talones. El último sondeo publicado esta semana por el New York Times y CBS News reflejaba que la diferencia entre ambos no supera los tres puntos. Otros estudios sin embargo auguran un empate técnico en el resultado a nivel nacional.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante un mitín del Partido Demócrata en Carolina del Norte. REUTERS/Jonathan Ernst

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante un mitín del Partido Demócrata en Carolina del Norte. REUTERS/Jonathan Ernst

Este vuelco de última hora en los sondeos, que evidencia que la batalla por la presidencia de los Estados Unidos está más disputada de lo que algunos se pensaban, ha obligado a los partidos a redoblar esfuerzos en una recta final llena de incógnitas. Hillary Clinton ha recurrido a Barack Obama para intentar ganar en los estados dudosos, cuyos votantes aún no han decidido a quién van a apoyar.

Los conocidos como ‘swing states' serán decisivos para Trump, si éste quiere tener alguna opción real de gobernar, pero también para Hillary, que de conseguir el triunfo en alguno de ellos se haría con una victoria holgada. “Si ganamos en Florida, ganaremos la Casa Blanca” dijo ayer el presidente de EEUU que en los últimos días ha salido al rescate de su candidata cargando con fuerza contra los ‘enemigos’ de la ex Secretaria de Estado. Lo hizo por ejemplo con el director del FBI al que acusó de dejarse guiar por las “insinuaciones” al anunciar unas supuestas pesquisas judiciales sobre el caso de los correos electrónicos de Clinton.

Hillary Clinton ha recurrido a Barack Obama para intentar ganar en los estados dudosos, cuyos votantes aún no han decidido a quién van a apoyar.

Desde Miami (Florida) uno de esos estados cambiantes, Obama también se ocupó de lanzar mensajes en contra de Donald J. Trump, ahora que esas encuestas le sitúan cerca de la victoria. El presidente alertó de las consecuencias que tendría poner a una persona como el candidato republicano en el despacho Oval. “Los electores estadounidenses pueden y deben absolutamente detener a Donald Trump. “Es excepcionalmente incompetente” y “temperamentalmente incapaz” para ocupar la presidencia de los Estados Unidos, que “no es ni una broma, ni un reality de televisión”, sentenció.

El todavía inquilino de la Casa Blanca va a protagonizar cinco actos más en los días que quedan hasta la elección. Uno de ellos contará incluso con la presencia de la Primera Dama, Michelle Obama y de quien confía en ser su sucesor, Bill Clinton.

Ante la ausencia de referentes republicanos que quieran compartir escenario con él, Trump también ha encontrado en su mujer, Melania, la fórmula perfecta para intentar suavizar su imagen y presentarse con un perfil más amable. "Tenemos que hallar una mejor manera de hablarnos los unos a los otros, de estar en desacuerdo, de respetarnos”, dijo la esposa del magnate que dio ayer su segundo discurso ante los electores prometiendo además que si su aspirante gana la presidencia de los Estados Unidos, ambos lucharan contra el acoso en internet. La también modelo de origen esloveno prometió trabajar principalmente por la educación y como intermediaria con las mujeres y colectivos de niños.

El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, en un acto de campaña. REUTERS/Carlo Allegri

El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, en un acto de campaña. REUTERS/Carlo Allegri

Las elecciones se ganan en seis estados

El domingo ejercerán su derecho al voto ciudadanos estadounidenses en 50 estados, pero la carrera a la Casa Blanca se decidirá en un puñado de ellos. Según la web realclearpolitics.com, hay unos 132 votos electorales que las encuestas no son capaces de repartir debido a la indecisión; Carolina del Norte, Pennsylvania, Florida, Arizona, Nevada y Ohio. Hillary Clinton, se volcará especialmente en Pennsylvania donde ha convocado actos con grandes estrellas mediáticas como Katy Perry o Bon Jovi. La ex secretaria de Estado celebrará allí su ultimo gran mitin antes de la noche electoralas. En este escenario de resultados ajustados jugarán un papel decisivo los latinos, a los que se apela elección tras elección pero que en este caso pueden decantar la balanza, sobre todo, en esos lugares en los que por ahora los sondeos concluyen que gana la indecisión.

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