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El doble rasero de Bruselas

La UE se pone dura con Cuba mientras corteja a regímenes como China o Birmania

DANIEL BASTEIRO

Los forcejeos entre los ministros de Exteriores para mantener o flexibilizar la dura posición sobre Cuba podrían hacer pensar en la existencia de un mimo exquisito a los derechos humanos en las relaciones diplomáticas de la Unión Europea. No es así, como ayer denunciaron diputados de izquierda y ONG consultados por este periódico, que lamentaron además la manipulación partidista de la política de derechos humanos por parte del centroderecha, mayoritario en las instituciones comunitarias.

'Los derechos humanos son universales, y no existen violaciones menores según el país', recordó Peter Clarke, portavoz de Amnistía Internacional, que denunció una 'tendencia a olvidar otros países donde hay torturas, secuestros o pena de muerte', ya sean 'dictaduras como Birmania, regímenes como el chino o democracias como EEUU, donde existe todavía la pena de muerte'. Al contrario que con Cuba, los presidentes del Consejo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, no tuvieron reparos en fotografiarse este mismo mes, durante la cumbre Europa-Asia celebrada en Bruselas, con el ministro de Exteriores de Birmania, Nyan Win, a pesar de haberlo colocado en una lista negra que prohíbe que ponga el pie en Europa.

Marruecos mantiene su condición de socio privilegiado de la UE

Al día siguiente, los dos líderes europeos presumieron en una cumbre con China de sus buenas relaciones, respetando incluso la cancelación de la rueda de prensa conjunta con Wen Jiabao por la presencia de periodistas chinos opositores. Ninguno de ellos pidió la excarcelación del nuevo Nobel de la Paz, Liu Xiaobo.

'La derecha está utilizando la política de derechos humanos de la UE', lamenta María Muñiz, eurodiputada socialista. Según ella, 'la UE sólo es eficaz cuando establece un diálogo sobre derechos humanos, no cuando impone medidas unilaterales como la Posición Común con Cuba'. Muñiz cita como ejemplo el acuerdo de asociación comercial con Colombia, donde se incluyen disposiciones sobre derechos sociales y laborales como condición.

Tanto Muñiz como Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida, recuerdan que la derecha todavía no ha condenado el golpe de Estado en Honduras, el año pasado, pero sí ha hecho valer su mayoría parlamentaria para otorgar a la disidencia cubana el premio Sajarov 'tres veces en los últimos ocho años, como si no hubiese nadie en el mundo que lo merezca', asegura Meyer.

'La derecha no ha superado la Guerra Fría', dice un eurodiputado

El diputado viajará próximamente al Sáhara para solidarizarse con la población local tras la muerte de un niño de 14 años bajo las balas de la policía marroquí. La condición de socio privilegiado de Marruecos demuestra, según Meyer, el 'doble rasero de la UE'.

Raül Romeva, de ICV-Verds, defendió 'sin rubor a los disidentes de Cuba', pero aseguró que ello no implica pasar de largo cuando se trata de 'socios comerciales, como China, Rusia, EEUU, México o Marruecos' que no forman parte de 'las obsesiones de la derecha'. En palabras de otro eurodiputado de izquierdas, 'la derecha no ha superado la Guerra Fría, porque es claro que sigue supeditando a su ideología la defensa de los derechos humanos' en el mundo.

La Asamblea General de la ONU aprobó ayer por amplía mayoría una resolución que de nuevo pide el levantamiento del embargo económico y comercial que desde hace casi 50 años Estados Unidos decretó contra Cuba. El documento logró un apoyo casi unánime de los 192 países que integran la ONU, ya que a favor votaron 187 miembros, en contra dos (EEUU e Israel) y hubo tres abstenciones (Islas Marshall, Palau y Micronesia). Esta es la decimonovena ocasión consecutiva en que la Asamblea General de Naciones Unidas se pronuncia a favor de la resolución para pedir el fin de esas sanciones contra la isla. 

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