“Yo denuncié a Nisman días antes de su muerte”
Juan Gabriel Labaké, abogado en la causa del atentado a la mutual judía AMIA, acusó al fiscal Alberto Nisman de traición a la patria casi cuatro semanas antes de que lo encontraran sin vida en su departamento.
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BUENOS AIRES.- La muerte del fiscal Alberto Nisman ha suscitado un nuevo interés por la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que causó 85 muertos. La inconsistencia de la denuncia que el propio Nisman presentó contra la presidenta argentina Cristina Fernández a pocos días de su deceso pone en duda toda la pesquisa que lo llevó a acusar a Irán del ataque.
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¿Por qué denunció a Nisman por traición a la patria?
La clave está en un informe secreto confidencial que la CIA entregó a Miguel Angel Toma, por entonces jefe de Inteligencia, en 2002. Está en una caja fuerte del juzgado. Nisman me hizo firmar un acta en el que me comprometía a guardar la confidencialidad del contenido de lo que leí.
¿Por qué es clave?
Es un informe de 150 páginas elaborado por la CIA y el Mossad, como consta en el propio documento. Cuando el expresidente Eduardo Duhalde asumió en 2002, pidió ayuda al Departamento de Estado pare refinanciar la deuda de Argentina con el FMI, y le insinuaron que arreglara el problema con la CIA, porque con el expresidente Fernando De la Rúa (1999-2001), por una imprudencia, se había publicado la identidad y la fotografía del jefe de la estación de la CIA en Buenos Aires. La CIA había quedado muy resentida. Duhalde le pidió a su jefe de Inteligencia, Miguel Ángel Toma, que arreglara esto con el entonces director de la CIA George Tenet. El diario La Nación dio la crónica de todo esto. Toma viajó a Estados Unidos, se reiniciaron las buenas relaciones, pero Argentina aceptó investigar el tema AMIA en base a este informe confidencial.
"Nisman me hizo firmar un acta en el que me comprometía a guardar la confidencialidad del contenido de lo que leí"
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¿Cómo se instaló en la causa?
Ese informe vino con la indicación de Tenet de que debía manejarlo exclusivamente el agente de Inteligencia Jaime Stiusso por ser hombre de su confianza. Duhalde había puesto a Stiusso de jefe de contrainteligencia, que tiene en sus manos la sala de espías que pincha los teléfonos, el arma de Inteligencia sucia más importante. Stiusso tradujo el informe, bastante mal por cierto, y en enero de 2003 se lo entregó Toma al juez Juan José Galeano, primer magistrado en la causa AMIA. No alcanzó a hacer casi nada porque lo destituyeron en 2004 [por falsear pruebas]. El siguiente juez, Rodolfo Canicoba Corral, se dio cuenta de la bomba de tiempo que tenía y se hizo el distraído, hasta que a finales de 2004, las instituciones judías en Argentina, la AMIA y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), pidieron que a Nisman lo ascendieran a fiscal general y que le transfirieran las facultades de juez instructor, algo permitido cuando el caso es muy complejo y tiene enorme repercusión pública.
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¿Qué alegaban?
Que dos años antes del ataque se había reunido el Consejo de Seguridad en Teherán y decidieron ahí preparar el atentado. Como estos iraníes habían sido parte de la Savak, el servicio secreto de Irán, los utilizaron para inculpar al país. Pero en ese momento ellos ya habían sido expulsados de la Savak, e incluso uno se había fugado del país por tener una condena penal por cheques sin fondos. Nisman cometió la grosería de usar estos testimonios en su exhorto, y por eso el fiscal iraní se quejó: '¿Cómo usan esto para acusarnos?'
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¿Qué pasó después?
La presidenta comenzó a sospechar de Stiusso desde enero de 2011, cuando ordenó a Timerman que tomara contacto con su homólogo sirio para que este país le sirviera de intermediario con el embajador de Irán. Comenzaron a abrirse las aguas entre Stiusso y Cristina cuando ella firmó el Memorándum de Entendimiento con Irán en enero de 2013. Es cuando él comenzó a preparar acciones psicológicas contra el Gobierno. Stiusso, que no es ningún tonto, armó una red en donde los jueces dependían de él, no del poder Ejecutivo. Mientras las cosas fueron amablemente bien entre él y los Kirchner, no hubo problema. Todos los juicios que comenzaron a activarse contra la presidenta surgieron cuando desde la Secretaría de Inteligencia (SI) Stiusso empezó a fogonearlos.
"Quizás lo han hecho muy torpemente porque además tienen las manos sucias, pero en Cristina hay una cuota de decisión ideológica de realineamiento en esta jugada"
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Pero el Memorándum de Entendimiento con Irán le ha causado a Cristina muchos problemas.
Charlé con ella en octubre y le saqué el tema AMIA. Me pareció ideológicamente convencida de que había que dar un viraje. Quizás lo han hecho muy torpemente porque además tienen las manos sucias, vienen de relaciones carnales redivivas con Estados Unidos e Israel, pero me parece que en ella hay una cuota de decisión ideológica de realineamiento en esta jugada.
¿Una masacre para detener a Rabin?
Argentina tuvo dos atentados: la explosión a la embajada israelí se produce en marzo de 1992, y la explosión en la AMIA, en julio de 1994. Al año de los acuerdos de Madrid entre Arafat y Rabin en 1991, explotó la embajada. Dos años después, explotó la AMIA, y año y medio después, lo mataron a Rabin. Entre medio, hubo 11 atentados más, todos en una línea de amedrantamiento contra Rabin. A los dos meses del atentado a la AMIA, Rabin firmó el acuerdo de paz con Jordania, que era preparatorio del acuerdo final “Paz para el Territorio”: los palestinos recibían los terrenos sustraídos en la guerra de 1967, y garantizaban a cambio la tranquilidad del Estado de Israel.
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"El ataque a la embajada no se produjo con coche bomba sino con explosivos colocados dentro del edificio"
¿Quién quiso impedirlo?
Los sectores derechistas ultrarreligiosos israelíes, que por entonces se agrupaban en el movimiento Gush Emunim. Un activista de este grupo fue cooptado por un sector del servicio secreto israelí Shin Bet, dedicado a la seguridad interior, para matar a Rabin. El detalle es que en cada aniversario de la muerte de Rabin, el grupo del actual primer ministro Benjamin Netanyahu va a rendirle homenaje al asesino de Rabin.
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"El expresidente Carlos Menem, en una actitud inédita y por única vez en la historia del país, trazó una línea imaginaria alrededor de la AMIA"
¿Qué sucedió en la AMIA?
En la AMIA sucedió lo mismo. No había coche bomba, ni cráter en la vereda [acera]. Los periodistas Jorge Lanata y Joe Goldman escribieron el libro Cortinas de Humo en el que se recoge el testimonio de once testigos que no vieron ninguna camioneta estrellarse contra el edificio. Con la explosión, los muebles del departamento vecino a la AMIA se corrieron hacia la ventana que daba hacia la calle, y no al revés. Si hubiera existido el coche bomba, el edificio de enfrente habría sufrido más daños de los que tuvo. La forma en que se desploma parte del edificio también es elocuente para llegar a esta conclusión.
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¿Quién investigó aquello?
El expresidente Carlos Menem, en una actitud inédita y por única vez en la historia del país, trazó una línea imaginaria alrededor de la AMIA, y por decreto presidencial, cedió ese perímetro como lugar de competencia para que investigaran al Ejército israelí, a la Mossad, al FBI y a la CIA. Nuestra Gendarmería y la Policía tuvieron que ponerse a las órdenes del Ejército israelí y del FBI. En esas condiciones, un militar de Israel se encontró con un motor con el número de fabricación intacta caminando entre los escombros.
"He perdido clientes por defender a un ciudadano de origen sirio. Soy político, y se me han negado todos los accesos a la prensa"
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¿Qué interés podrían tener en atentar contra una comunidad judía?
Estados Unidos ha usado el atentado a la AMIA para culpar a Irán de ser terrorista. Israel, en su insistencia ante Estados Unidos de atacar a Irán preventivamente, usó como casus belli el tema de la AMIA. Hasta once veces ha venido un embajador o un alto cargo de Israel a decir que fue Irán. En tres de ellas, han dicho que tenían pruebas. Yo le pedí a Canicoba y a Nisman que presentaran esas pruebas. Los dos exhortaron diplomáticamente a Israel, pero nunca hubo respuesta.
Dígame al menos un par de certezas sobre la responsabilidad de Israel en el atentado.
En derecho se parte de una investigación criminalista en base a dos supuestos: a quién beneficia y a quién encubre. A quién beneficia es el primer sospechoso. El encubridor sabe quién es el encubierto y es también sospechoso. En ambos casos, Israel está de por medio.
¿Y cuál es su propio interés en el caso?
He perdido clientes por defender a un ciudadano de origen sirio. Soy político, y se me han negado todos los accesos a la prensa. Nadie quiso publicar mi libro Amia Embajada, ¿verdad o fraude?, ni distribuirlo, ni venderlo. Mandé ejemplares a 153 periodistas de grandes medios de comunicación y nunca tuvo eco.
Mi interés, al margen de defender a Edul –lo hago gratis, porque lo han fundido económicamente con esta acusación— es intentar liberar a Argentina de este pegajoso tema. Mientras nosotros no solucionemos esto, mientras no levantemos la acusación de que no hemos querido investigar lo de la AMIA, nos van a ligar al conflicto de Medio Oriente.Y esto ha servido en Argentina para crear el clima de que se está protegiendo a Irán. Y cabalgando sobre esto, desestabilizan un Gobierno. El problema es que, en realidad, desestabilizan al país.