La otra crisis de refugiados que azota Centroamérica
Amnistía Internacional denuncia el abandono de Guatemala, El Salvador y Honduras hacia los desplazados que huyen de la violencia de las maras. Tras ser deportados de sus países de destino, son obligados a volver al clima hostil y peligroso que trataban de evitar.
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MADRID.- Cientos de miles de personas huyen de Honduras, Guatemala y El Salvador ante la violencia llevaba a cabo por las maras o pandillas criminales establecidas en estos países. Muchos de estos desplazados son deportados por Estados Unidos y México y se ven obligados a volver al clima hostil y peligroso del que trataban de huir.
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El informe señala la urgente necesidad de que los estos tres estados, que forman el denominado Triángulo Norte de Centroamérica, adopten medidas que garanticen la seguridad de las miles de personas, desplazadas de estos países, que son deportadas de Estados Unidos y México.
En 2015, las maras se han cobrado la vida de 17.522 personas en estos tres países
Amnistía Internacional ha hecho especial hincapié en la violencia desarrollada por las maras en estos países, que se ha cobrado la vida de 17.522 personas en 2015. La mitad de los fallecidos eran menores de 30 años.
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ACNUR ha indicado cuales son los perfiles de las personas solicitante de asilo de los países del Triángulo Norte que están en riesgo: personas o grupos perseguidos por una mara porque ésta considera que no respetan su autoridad; personas que se dedican a actividades económicas específicas altamente susceptibles de sufrir extorsión; víctimas y testigos de delitos cometidos por maras o miembros de las fuerzas de seguridad; niños y jóvenes de zonas en las que las que estas bandas operan y controlan el territorio; mujeres y niñas de zonas de las pandillas; además de personas del colectivo LGTB.