El clima de odio se instala en Brasil
El escándalo de Petrobras, las medidas de ajuste fiscal y la crisis hídrica reavivan la polarización social que surgió durante las elecciones. Caceroladas, insultos en las calles y todo tipo de amenazas en las redes sociales tienen como objetivo acabar con el PT y el recién elegido Gobierno Dilma
Publicidad
Actualizado:
SAO PAULO.- Era la primera vez que hablaba directamente para la población desde que comenzó su segundo Gobierno. Quiso hacer su primer discurso dedicado a las mujeres aprovechando la fecha conmemorativa del domingo 8 de marzo, pero la respuesta que obtuvo la presidenta Dilma Rousseff no podía ser peor. Gritos de “puta”, “zorra”, “sin vergüenza”, “ladrona” fueron los que más se escucharon en los barrios de clase media y alta de doce ciudades brasileñas, mientras la mandataria hacía su discurso para todas las televisiones y radios del país.
Publicidad
Odio al PT
A pesar de centrar su indignación en la corrupción del país, los insultos que se lanzaron durante el discurso no fueron dirigidos hacia ningún político del Partido Progresista (PP) al que pertenecen 32 de los diputados imputados por el escándalo Petrobras. Tampoco gritaban el nombre de ningún político del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, aliado del Gobierno) al que pertenecen el presidente del Senado, Renan Calheiros y el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, también imputados junto a otros cinco de su mismo partido. El PT (con seis imputados) y Rousseff, de la que siguen sin tenerse pruebas que la vinculen directamente al escándalo, fueron los objetivos de la ira que se propagaba desde los hogares de cientos de brasileños.