Las claves de las elecciones legislativas en EEUU
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Unos 230 millones de estadounidenses están llamados a las urnas este 4 de noviembre en las conocidas como 'Midterms', las elecciones de mitad de mandato, en las que deben elegir a los 435 integrantes de la Cámara de Representantes y a un tercio de los miembros del Senado. Además, en esta ocasión, se deberán ocupar tres escaños vacantes en la Cámara Alta y también se elegirá a 36 gobernadores y decenas de cargos ejecutivos a nivel estatal y local.
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Tradicionalmente, estas elecciones de mitad de mandato presidencial son más un referéndum respecto a la gestión del inquilino en la Casa Blanca que una votación sobre el Congreso y sus integrantes. En esta ocasión, se producen en un momento en el que la popularidad de Barack Obama se encuentra en niveles muy bajos, en torno al 42%. De ahí el que los analistas coincidan en que esto pasará factura a los demócratas, que no conseguirán arrebatar la mayoría a los republicanos en la Cámara de Representantes, y que podrían perder la mayoría que mantienen en el Senado desde hace casi ocho años.
Para los candidatos demócratas está siendo una campaña difícil en la que tratan de evitar que el 'efecto Obama' les pase factura y han centrado su mensaje en criticar la gestión de los republicanos en aquellos estados donde estos optan a la reelección. No obstante, según un reciente estudio realizado por Pew Research Center, solo el 32% de los estadounidenses afirma que su voto en estas elecciones será contra Obama, mientras que el 20% dice que es a favor del presidente y el 45% asegura que el mandatario no es un factor que tengan en cuenta a la hora de votar.
Así las cosas, el principal interés que tienen estas elecciones es si los republicanos conseguirán hacerse con el control del Senado para los dos últimos años de mandato de Obama. Para lograrlo, deberían revalidar los escaños que ya ocupan y que están en juego y arrebatar otros seis a los demócratas. Si lograran hacerlo, algo que podría no saberse este martes ─los candidatos necesitan el 50% de los votos más uno para ganar─ y demorarse incluso hasta principios de 2015, complicarían a Obama el poder sacar adelante algunas de sus planes, principalmente la reforma migratoria. No obstante, el presidente mantiene su poder de veto, por lo que podrá a su vez echar por tierra las medidas que traten de imponer los republicanos.
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Las elecciones arrojarán un índice de participación que se situará en torno al 40% de los adultos en edad de votar, un porcentaje en línea con el registrado en los últimos 60 años. A ello hay que sumar que, en el caso particular de 2014, el ciclo de noticias electorales ha quedado enterrado en la crisis del ébola y la intervención de Estados Unidos contra Estado Islámico. La mayor parte de los absentistas, si bien no son necesariamente afines, sí se muestran ligeramente favorables a las ideas del Partido Demócrata, actual mayoría en el Senado.
En el caso de este martes, y en un estado concreto, Iowa, la baja participación podría entregar en bandeja el estado a los republicanos, y este estado podría dar al Partido Republicano las llaves del Senado ─donde necesitan seis escaños más─, otorgándoles el control total del Congreso de Estados Unidos por primera vez en ocho años.
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Está compuesto por 100 escaños repartidos a razón de dos por cada estado. Sus miembros son elegidos por periodos de 6 años y la renovación se hace por tercios cada dos años. En esta ocasión, además de los 33 senadores cuyos escaños toca renovar, se celebrarán elecciones para ocupar las vacantes de Hawai, Oklahoma y Carolina del Sur. Los estados donde se celebran elecciones son: Alabama, Alaska, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Colorado, Dakota del Sur, Delaware, Georgia, Idaho, Illinois, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maine, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Montana, Nebraska, New Hampshire, Nueva Jersey, Nuevo México, Oklahoma, Oregon, Rhode Island, Tennessee, Texas, Virginia, Virginia Occidental y Wyoming.
Actualmente, el Partido Demócrata tiene 53 senadores, frente a los 45 del Partido Republicano y dos independientes. De los 33 escaños en liza en estos comicios, 20 los ocupan demócratas y trece republicanos. En cuanto a los tres vacantes, uno lo ocupaba un demócrata y otros dos estaban en manos de republicanos. Siete de los 33 senadores que tienen que revalidar su escaño no se han presentado a las elecciones, cinco demócratas y dos republicanos. Normalmente, el candidato que opta a repetir en el cargo suele tener más opciones de victoria, si bien el hartazgo actual de los estadounidenses con Washington podría jugar en su contra en algunos casos.
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Según las estimaciones realizadas por Real Clear Politics (RCP) y recogidas por el 'think-tank' Hispanic Council, los demócratas tienen 38 escaños seguros o que no están en juego y seis donde la ventaja es aceptable. Por su parte, los republicanos tienen 42 seguros o que no están en juego y otros dos donde la ventaja es aceptable. Los doce restantes están todavía demasiado ajustados como para vaticinar un ganador, si bien Michigan se decantaría más por el candidato demócrata y Dakota del Sur lo haría por el republicano.
Así, los estados donde el resultado es más incierto son: Alaska, Arkansas, Colorado, Georgia, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, New Hampshire y Carolina del Norte. Un factor a tener en cuenta es que en siete de ellos el excandidato republicano a la presidencia Mitt Romney se impuso a Obama en las elecciones de 2012.
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Entre los estados donde el resultado es incierto es especialmente llamativo Kansas. Aquí, el candidato independiente Greg Orman está empatado en las encuestas con el republicano Pat Roberts, senador por este estado desde 1997, y podría dar la sorpresa. La presencia de independientes en la Cámara Alta es un factor a tener en cuenta a la hora de fijar la mayoría, ya que uno o dos escaños independientes pueden decantar la balanza de uno u otro lado. Los independientes suelen ser cortejados tanto por republicanos como por demócratas para atraerlos y ganar su voto en temas clave.
Está compuesta por 435 escaños, uno por cada uno de las 435 circunscripciones electorales en las que está dividido el país en base proporcional a su población. El estado con más escaños es California, con 53. Sus miembros son elegidos por periodos de dos años renovables todas las veces que lo deseen. En estas elecciones, 41 representantes no se presentan a su reelección ─16 demócratas y 25 republicanos─, si bien trece de ellos optan a un escaño en el Senado. Cuatro de los representantes que optaban a la reelección han visto truncados sus planes después de perder las primarias en sus partidos. El caso más sonado ha sido el de Eric Cantor, líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja y representante por Virginia desde 2001, que perdió frente al economista David Brat y que en agosto decidió dejar el Congreso.
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En la actualidad, los republicanos tienen 233 representantes mientras que los demócratas ocupan 199 escaños y hay otros tres vacantes. Los analistas vaticinan que los republicanos podrían salir reforzados en estas 'Midterms' en la Cámara de Representantes, consiguiendo entre seis y doce escaños más. Si lograran trece, conseguirían su mayoría más amplia en la Cámara Baja desde 1928, cuando fue elegido presidente Herbert Hoover.