El 'caso Nisman' condiciona la campaña de las primarias argentinas
El caso adelanta la campaña para los comicios de agosto. Si Kirchner desea elegir a su heredero, debe despegarse cuanto antes de la muerte del fiscal. La oposición intenta capitalizar el malestar ciudadano y traducirlo en votos
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BUENOS AIRES.- La muerte del fiscal Alberto Nisman ha sacudido el tablero político en Argentina. Y promete hacerlo durante un tiempo más. Aún así, el calendario electoral sigue inmóvil. El 9 de agosto son las elecciones primarias, donde cada fuerza deberá resolver cuáles son sus candidatos a la presidencia para las generales del 25 de octubre. El reloj corre y los interrogantes afloran. ¿Está en juego la gobernabilidad? ¿Cómo puede repercutir el expediente Nisman sobre la jefa del Ejecutivo Cristina Fernández de Kirchner y los candidatos presidenciales de su partido, el Frente para la Victoria (FpV)? ¿Sus detractores están utilizando políticamente la investigación?
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Y para jugar el papel de jueza en dicha contienda intestinal de su partido, la presidenta Fernández, primero, deberá desligarse por completo, frente a la opinión pública, de la muerte de Nisman y, segundo, demostrar que la denuncia hecha por este fiscal, que la acusaba de encubrimiento del atentado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), era infundada. Las dos cartas escritas por la jefa del Ejecutivo referidas al caso no han sido un buen paso inicial. No sólo por las contradicciones (el lunes pasado aseveró que lo de Nisman era un suicidio y el jueves se refirió a un asesinato), sino también por el medio escogido: misivas vía Facebook. La sociedad, que todavía no ha salido del asombro, esperaba un contacto más directo. Y más viniendo de una líder que que suele salir en cadena nacional —comparecencia pública, sin preguntas de periodistas, que, por ley, han de retransmitir en directo todos los medios de comunicación— para anunciar obras públicas.