Cameron se disfraza de Kennedy para pedir el voto
El líder 'tory' promete devolver poder del Estado a los votantes
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Un mensaje conservador con la retórica de John Fitzgerald Kennedy y unas gotas de Obama. El líder conservador, David Cameron, presentó hoy el programa electoral de su partido con la intención de devolver el poder a la sociedad británica.
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El partido que se enamoró de Ronald Reagan a través de Margaret Thatcher ha decidido ahora girar su vista hacia otros caladeros ideológicos. "Como dijo un gran presidente americano, no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país dijo Cameron. Por tu país y también por tu familia y tu comunidad".
Los tories pretenden dar más poder a los ciudadanos con el fin de acabar con la crisis y el pesimismo. Sea un mensaje sincero u otro ejemplo de lo que se le suele reprochar a Cameron —puro mensaje y nada de sustancia—, está claro que la campaña conservadora se ha iniciado con un discurso más optimista que el de sus adversarios.
Es el cambio indoloro que ofrece Cameron. A tres semanas de las elecciones, ya no se hace hincapié en los duros sacrificios que habría que afrontar para reducir el déficit presupuestario. De hecho, en la partida más importante del presupuesto, la idea es gastar más, no menos. "Sí, vamos a aumentar el gasto en sanidad por encima de la inflación, pero no tanto como en los últimos años, y por eso deberemos actuar con más eficiencia para gestionar el sistema de salud", dijo en la presentación del programa.
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Cameron no dejó de repetir una frase que se ha convertido en el eslogan oficioso de los conservadores desde hace meses: "Estamos todos juntos en esto" ("Were All In This Together"). Los tories están convencidos de que es una idea ganadora, a pesar de todas las bromas que se han hecho con esta frase por ser el título de la canción final de la película de Disney Hight Street Musical. Parecen pensar que un gran éxito del cine para adolescentes puede ser también eficaz como reclamo electoral.
La receta de Cameron es crear una gran red de voluntariado
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El acto tuvo lugar en la antigua central eléctrica de Battersea, en Londres, famosa por aparecer en la portada del disco Animals, de Pink Floyd, un edificio histórico protegido que nadie sabe para qué utilizar desde 1983.
Quizá Cameron pensaba que es una buena imagen de lo que falta por hacer en el país.
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Su receta consiste en crear una gran red de voluntariado en un empeño irreal de que cada adulto realice algún tipo de labor en favor de la comunidad. La intención es loable, pero difícil de conseguir. Si algo así no ocurre, el Gobierno siempre podrá decir que es una decisión que depende de los ciudadanos.
Para los laboristas, sólo es una forma de engañar a la gente. "Dicen que reducirán los impuestos, protegerán el gasto público y bajarán el déficit", denunció el ministro laborista Peter Mandelson. "Esto es economía de Santa Claus: todo a cambio de nada. Matarán la recuperación y pagaremos las consecuencias durante muchos años".
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El programa conservador ya no propone gastar menos, sino más
Si llega al poder, Cameron promete no tocar el impuesto sobre la renta durante el primer año, pero no dice nada del IVA. Los laboristas denuncian que hará lo mismo que hizo Thatcher. No dijo nada del tema en campaña y luego lo subió del 8,5% al 15% en 1979.
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Los números no son lo más importante del programa tory, aunque sí propone un descenso de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Lo que interesa a Cameron es la idea de que el Estado no solucionará todos los problemas. Hoy empezó algunas frases con un "Yes, we can", para seguir diciendo que entre todos pueden mejorar el país. Siempre que lo elijan a él.