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Boicotean los carteles que anuncian la visita del Papa a Malta

Han aparecido con pintadas que hacen referencia a la pederastia en la Iglesia católica

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La visita del Papa a Malta, que tendrá lugar este sábado, no estará exenta de polémica. Motivada, en concreto, por los escándalos relacionados con las prácticas pederastas en la Iglesia católica (que también sucedieron, según los testimonios de víctimas, en la isla meditérranea, además de en otros países europeos).

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Algunos carteles que anuncian la llegada del pontícife han sido pintados con la figura de Pedobear (un oso que ironiza con los casos de pedofilia en el seno de la Iglesia que han salido a la luz recientemente) y la palabra pedófilo junto a la imagen de Ratzinger.

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El stencil (graffiti realizado con una plantilla) también se multiplica en la zona que acogerá la intervención del Papa, cuyas cartas a las víctimas de abusos han sido colgadas hoy en Internet, al igual que una guía para afrontar los casos de pederastia. Según ésta, los crímenes de abusos a menores deberían transmitirse "siempre" a las autoridades civiles competentes.

Los científicos británicos Richard Dawkins y Christopher Hitchens han puesto en marcha una campaña en favor de la detención del papa Benedicto XVI por los escándalos de pederastia en el clero, cuando visite el Reino Unido en septiembre próximo. El abogado de los científicos, Mark Stephens, declaró a los medios que se dirigirá a los tribunales británicos y a la Corte Penal Internacional (CPI) para que emitan órdenes de arresto contra el Pontífice porque "no está por encima de la ley".

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Stephens argumentó que Benedicto XVI "no es un jefe de Estado, ni un soberano", ya que El Vaticano fue declarado Estado por decisión del dictador italiano Benito Mussolini, lo que no tiene un reconocimiento en el marco de la ley internacional. Por lo tanto, no debería tener inmunidad en suelo británico, frente a lo que el letrado tachó de connivencia con los abusos sexuales cometidos contra menores por parte del clero.

Stephens, que ha representado a víctimas de abuso en el pasado, dijo que "todo apunta a que el Papa dio prioridad a la reputación de la Iglesia por delante del bienestar de los niños" y explicó que podría ser acusado de crímenes contra la humanidad. Dawkins, que se declara ateo, declaró al periódico Sunday Times que el Papa "es un hombre cuyo primer instinto cuando sus curas fueron descubiertos con los pantalones bajados fue tapar el escándalo y condenar al silencio a las jóvenes víctimas". Hitchens, autor del libro Dios no es grande: cómo la religión lo envenena todo, manifestó por su parte que Benedicto XVI "no está por encima ni por fuera de la ley" y explicó que "la ocultación institucional de la violación infantil es un crimen bajo cualquier ley (...) que merece justicia y castigo".

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