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Bielorrusia condena a 11 años de prisión a una aliada de la opositora Tijanóvskaya

El juicio ha sido a puerta cerrada y sin testigos, por lo que se desconocen argumentos de la Fiscalía. 

04/08/2021 Maria Kolesnikova durante una audiencia judicial en Minsk
Maria Kolesnikova durante una audiencia judicial en Minsk. EPA/Ramil Nasibulin / EFE

La justicia bielorrusa ha condenado este lunes a 11 años de prisión a María Kolésnikova, premio Sájarov a la libertad de conciencia de la Eurocámara y estrecha aliada de la líder opositora en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, durante la campaña electoral y las multitudinarias protestas antigubernamentales del año pasado. 

El juez Serguéi Epijov ha condenado, además, en la vista de este lunes en el tribunal regional de Minsk a diez años de cárcel al abogado opositor Maxim Znak, miembro, al igual que Kolésnikova, del presídium del Consejo Coordinador de la oposición para el traspaso pacífico de poder en Bielorrusia. 

El abogado de Znak, Yevgueni Pilchenko, ha denunciado que "esta sentencia es ilegal e infundada. No se basa en pruebas. Durante el juicio, no se confirmó ni su culpabilidad ni la comisión de los delitos imputados". 

Ambos opositores fueron detenidos inmediatamente después del estallido de las protestas masivas contra las fraudulentas elecciones presidenciales de agosto de 2020, en las que Alexandr Lukashenko fue reelegido con más del 80 % de los votos, según datos oficiales. 

El juicio ha sido a puerta cerrada y sin testigos

Kolésnikova y Znak han sido juzgados a puerta cerrada en apenas un mes, acusados de conspirar para tomar el poder por la vía anticonstitucional, crear y dirigir una organización extremista y por cometer otras acciones contra la seguridad nacional. En el caso de ella, fue detenida y encarcelada después de negarse a ser deportada a Ucrania por el KGB y, para evitarlo, rompió su pasaporte.

Dado que el juicio se celebró sin testigos y a los letrados no se les permitió informar de las vistas, se conoce poco sobre los argumentos de la Fiscalía, pero poco antes dijo que Kolésnikova y Znak habían creado junto a otras personas "una conspiración secreta para tomar el poder de manera anticonstitucional" en Bielorrusia, refiriéndose al Consejo Coordinador para el traspaso pacífico de poder creado tras las elecciones de agosto. Todos los miembros de su presídium han sido encarcelados o se han exiliado. 

Según la Fiscalía, la líder opositora cumplirá su condena en una prisión de régimen general y Znak en una de régimen reforzado, mientras que los abogados de los dos opositores ya han anunciado que recurrirán la sentencia.

El padre de Kolésnikova, Alexandr Kolesnikov, ha señalado, después del juicio, que "la justicia bielorrusia no superó la prueba definitiva" que hubiera supuesto impartir una sentencia justa.

Tijanóvskaya ha escrito en su canal de Telegram que "el régimen (de Lukashenko) quisiera ver a Maxim y María aplastados e impotentes"."Pero vemos a nuestros héroes fuertes y plenos de libertad interior. Saldrán libres mucho antes del fin de sus condenas. Estas condenas que les han inventado no deben asustarles, Maxim y Masha de seguro no querrían eso", ha señalado. 

Un puño cerrado, una "V" de victoria y un corazón

Fuera de los tribunales había una larga cola de personas que querían entrar para apoyar a los dos opositores, pero solo se permitió el acceso a los abogados y los familiares. Dentro de la sala, una Kolésnikova sonriente estaba junto a Znak en la "pecera", vestida de negro formando con sus manos un corazón.

Se trata de uno de los símbolos del trío de mujeres que ella formaba junto a Tijanóvskaya y Veronika Tsepkalo, esposa del exaspirante a la Presidencia Valeri Tsepkalo, durante la campaña electoral: un puño cerrado, una "V" de victoria y un corazón. 

Los tres se unieron para defender la candidatura de Tijanóvskaya, actualmente en el exilio en Lituania, después de que el régimen o encarcelara a los aspirantes o les acosara tanto que se vieron obligados a abandonar el país por su propia seguridad. 

Kolésnikova fue la jefa de campaña del banquero y aspirante a la Presidencia bielorrusa, Víktor Babariko, condenado en julio pasado a 14 años de prisión por supuestos sobornos de gran cuantía y lavado de dinero. 

También Znak trabajó para el empresario, cuyo equipo escribió hoy en su nombre en Telegram que ambos son "¡INOCENTES!". 

"María Kolésnikova y Maxim Znak son perseguidos por motivos políticos por su amor a Bielorrusia, respeto por la ley y deseo de cambio", recalcó. Los dos han sido declarados presos políticos por las organizaciones de derechos humanos bielorrusas.

Apoyo internacional a Kolésnikova y Znak

La Unión Europea, que sancionó al régimen bielorruso por la violación sistemática de los derechos humanos, deploró la sentencia, y pidió la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos del país, una cifra que asciende a, al menos, 653, según la ONG Vesná. 

El Reino Unido, que también ha sancionado a Bielorrusia, considera que la condena supone un "asalto" a la democracia, en tanto que Amnistía Internacional la califica de "un desastre para la libertad de expresión" en la antigua república soviética.

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