Berlusconi, investigado por otro escándalo de prostitución
Los fiscales creen que el exmandatario pagó 850.000 euros a Gianpaolo Tarantini, acusado de proxenetismo, para que cambiara su testimonio
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La Fiscalía de Bari ha decidido poner en cuestión el "gran corazón" del que presume el exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, notificándole que se encuentra dentro de la lista de personas investigadas por el caso Escort.
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Los fiscales creen que Il Cavaliere pagó 850.000 euros al empresario Gianpaolo Tarantini para "inducirlo a mentir o a no hacer declaraciones" sobre la red de prostitución que este último puso a disposición del exmandatario durante varias fiestas en sus mansiones de Roma y Cerdeña entre 2008 y 2009.
Tarantini y su mujer fueron detenidos el 1 de septiembre de 2011 acusados de haber extorsionado a Berlusconi junto al periodista Valter Lavitola. Aquella orden la dio la Fiscalía de Nápoles con una tesis que en pocos días empezó a desmoronarse.
La postura inicial era que los tres imputados estaban extorsionando a Il Cavaliere amenzándole con contar durante el proceso que él sabía perfectamente que las mujeres que llevaba Tarantini a sus fiestas eran prostitutas, algo que tras el caso Ruby habría terminado por enterrar su carrera política.
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Pero cuando la Fiscalía de Bari levantó el secreto de sumario a los pocos días, los pinchazos telefónicos revelaron que la relación entre Tarantini y Berlusconi era tan fuerte que parecía imposible que este último estuviera chantajeando al entonces primer ministro.
Il Cavaliere llamaba al empresario casi a diario para decirle qué aspecto y cómo tenían que ir vestidas las mujeres que le llevaba a Palazzo Grazioli y a Villa Certosa y también para narrarle sus hazañas sexuales: "Me he follado a ocho y había 11 esperando en la puerta pero no podía más", llegó a decirle en una ocasión.
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Los investigadores descubrieron que de esa relación entre ambos, Tarantini se aprovechó consiguiendo que Berlusconi le pusiera en contacto con importantes cargos de la Protección Civil y Finmeccanica, con quien después conseguiría cerrar jugosos contratos. Lo curioso del caso es que Il Cavaliere siempre negó haber sido víctima de un chantaje y aseguró que estaba dando dinero a Tarantini y su mujer por la difícil situación económica que estaban pasando a causa del proceso judicial.
"Ayudé a una persona, Gianpaolo Tarantini, y a una familia con niños que está pasando una situación económica gravísima. No he hecho nada ilícito, tan solo he echado una mano a un hombre desesperado sin pedir nada a cambio. Yo soy así y nada va a cambiar mi manera de ser”, dijo.
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Por otra parte, Berlusconi también mantenía un contacto constante con Lavitola, que ingresó en la prisión de Poggioreale en Nápoles el pasado lunes acusado de haber desviado 23 millones de euros de los fondos que el Estado le daba para mantener el periódico que fundó, L'Avanti. El periodista -que ha estado huido de la Justicia seis meses- está imputado también por corrupción internacional ya que gracias a su relación con Il Cavaliere tuvo acceso a una serie de contratos para Finmeccanica en Panamá de los que se llevaba comisiones ilegales.
El hecho de estar en el registro de personas investigadas no implica que Berlusconi vaya a juicio. De momento la Fiscalía de Bari ha cerrado las pesquisas preliminares y la decisión de lo que pase con Il Cavaliere a partir de ahora la tendrá el juez, que podría decretar su procesamiento o no encontrar relevantes las pruebas.