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El 'asesino de hielo' mató a ocho mujeres y a un profesor que debía examinarle

Matti Saari llevaba seis años planeando la masacre

EFE

 

Las víctimas de Matti Saari, el joven que este martes provocó una masacre en una escuela de formación profesional finlandesa antes de suicidarse, son nueve estudiantes y un profesor del centro, según anunció un portavoz de la policía en una rueda de prensa.

El portavoz explicó que ocho de los estudiantes muertos son mujeres, al igual que la única herida de bala que sobrevivió a la masacre, tras la que el autor se disparó un balazo en la cabeza que pocas horas después le causaría la muerte.

La joven herida, que recibió un disparo en la cabeza, fue operada dos veces durante la pasada noche y, según fuentes médicas, no se teme por su vida.

Según la reconstrucción provisional de los hechos, el asesino irrumpió en un aula donde se estaba realizando un examen al que tendría que haber acudido y empezó a disparar a discreción contra los presentes y se marchó tras provocar un incendio en la misma.

Ese incendio causó graves quemaduras en varios de los cadáveres, lo que está dificultando las tareas de identificación de las víctimas, y pudo ocasionar la muerte por asfixia de alguno de los heridos en el tiroteo.

Más tarde, el asesino intentó suicidarse disparándose un tiro en la cabeza, aunque no lo consiguió y fue trasladado en estado crítico al Hospital Universitario de Tampere, donde falleció unas horas después.

La policía ha informado ya a los familiares de las víctimas, aunque la identificación oficial de los cadáveres puede retrasarse aún varios días.

Según un portavoz policial, cuando se produjeron los hechos había unos 200 estudiantes en el centro, de los que unos veinte se encontraban en el aula donde se desencadenó el tiroteo.

La matanza pudo ser aún mayor, ya que unos cuantos jóvenes habían terminado el examen y se habían ido minutos antes de que llegara el asesino.

Fuentes de la investigación informaron de que Saari había dejado en el apartamento de estudiantes donde residía dos breves notas escritas a mano en las que daba a entender que había empezado a planear la matanza hace seis años .

'El contenido de las notas indica que odiaba a la humanidad y a la raza humana y que había empezado a planear esto en 2002', declaró a los medios de comunicación locales Jari Neulaniemi, el jefe de la investigación.

En uno de los mensajes manuscritos, Saari afirmaba que 'la solución es Walther', en referencia a la marca de la pistola automática calibre 22 con la que cometió la matanza, una Walther P22.

En el otro, según la policía, escribió: 'siempre he querido matar al mayor número de gente posible'.

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