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El apestado del régimen chino niega los cargos de corrupción y llama "perro rabioso" a su denunciante

Bo Xilai, que había aceptado los cargos frente al Comité de Disciplina Interna del Partido, dice ahora que fue "sin querer" y tilda de ridículo el testimonio de su esposa y del empresario que supuestamente le dio el dinero

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El Tribunal Intermedio de la ciudad de Jinan (este de China) ha dado por finalizada la primera jornada del juicio que sigue contra el ex dirigente chino Bo Xilai por sobornos, malversación de fondos y abuso de poder. El proceso, según ordenó el presidente del tribunal, Wang Xuguan, se reanudará mañana viernes a las 08.30 horas locales (00.30 GMT).

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En la primera jornada del juicio, el exdirigente chino Bo Xilai ha negado haber aceptado sobornos del empresario Tang Xiaolin. En un añadido al texto de su declaración que ha colgado el Tribunal Intermedio de Jinan (este de China) en su cuenta de Weibo (similar a Twitter), Bo indicó que se había declarado culpable previamente de ese cargo "sin querer".

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"No es cierto que Tang me diera tres veces dinero", como figura en el pliego de cargos, ha señalado Bo en la transcripción difundida por el tribunal. 

Según esta declaración, "admití sin querer el cargo de aceptar tres veces dinero durante el proceso de investigación que me abrió el Comité de Disciplina Interna del Partido" Comunista tras su caída en desgracia. "Dije que quería asumir la responsabilidad legal, pero entonces mi mente estaba en blanco y desconocía los detalles", ha explicado.

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Bo Xilai ha rechazado también el segundo cargo de corrupción que se le imputa, el de haber recibido cerca de 20 millones de yuanes (3,2 millones de dólares) del empresario y amigo de la familia Xu Ming.

De acuerdo con una transcripción de su testimonio colgado en la página de weibo del Tribunal Intermedio de Jinan, Bo ha rechazado tener conocimiento de que Xu sufragara los estudios de su hijo, Bo Guagua, en el Reino Unido, o que les hubiera facilitado una villa en el sureste de Francia. En su declaración, el exdirigente de Chongqing (centro de China) ha asegurado que era su esposa, Gu Kailai, quien se encargaba de tratar con Xu.

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Bo Xilai ha tildado de "ridículo" el testimonio de su esposa y ha llamado "perro rabioso" a Tang

Gu Kailai se trasladó al Reino Unido para acompañar a Bo Guagua durante su etapa escolar y en esa etapa ella y su marido mantuvieron poco contacto. A su regreso a Chongqing, siempre según la versión del exdirigente, su trabajo tampoco les permitió coincidir con mucha frecuencia y en esas ocasiones "ella nunca mencionó que Xu Ming pagara billetes de avión o alojamiento".

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Así, ha descalificado el testimonio en su contra presentado por su esposa, Gu Kailai, al que tildó de "ridículo", y llamó "perro rabioso" a Tang.

En un texto previo también colgado en la cuenta de Weibo del tribunal, Bo ha indicado que esperaba que "los jueces puedan celebrar el juicio de una manera razonable y justa y sigan los procedimientos legales de nuestro país".

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Aunque no se ha permitido la entrada en la sala del tribunal a la prensa extranjera, las imágenes difundidas por la corte, las primeras de Bo desde su caída en desgracia hace un año y medio, muestran al exdirigente vestido con una camisa blanca y pantalón negro, más delgado y con gesto de cansancio.

Lleva el cabello muy corto y está afeitado: algunas informaciones aseguraban que durante su detención había dejado de cortarse la barba en señal de protesta.

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Se espera que la vista, presidida por el juez Wang Xuguang, tenga una duración de dos días, aunque el veredicto no se conocerá hasta septiembre, según la televisión estatal CCTV. 

Bo Xilai y su hijo Bo Guagua. STRINGER/REUTERS

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Entre los cargos que se han detallado contra Bo en el juicio de hoy se encuentra el de haber recibido sobornos por valor de 21,8 millones de yuanes (unos 3,5 millones dólares) entre 2000 y 2012 de dos empresarios de Dalian, Tang Xiaolin y Xu Ming.

Bo, según la acusación, recibió estos sobornos bien directamente o bien a través de su esposa, Gu Kailai, y su hijo, Bo Guagua.

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El pliego de cargos también incluye el haberse apropiado de cinco millones de yuanes (más de 800.000 dólares) en fondos públicos para un proyecto clasificado, y el abuso de poder entre 1999 y 2006 como alcalde y secretario general del Partido Comunista en la ciudad de Dalian y como ministro de Comercio "para beneficiar a otros".

Entre enero y febrero de 2012, cometió una "serie de actos" de abuso de poder como secretario general del Partido Comunista de la ciudad de Chongqing (centro) tras ser informado de las sospechas en torno a Gu por la muerte del empresario británico Neil Heywood.

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El juicio se desarrolla bajo un fuerte dispositivo de seguridad, si bien a pocos metros de la puerta principal del tribunal decenas de defensores de Bo protestaban con gritos y vítores por lo que consideraban un juicio injusto y no independiente.

Se espera que la vista, presidida por el juez Wang Xuguang, tenga una duración de dos días, aunque el veredicto no se conocerá hasta septiembre, según la televisión estatal CCTV.

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Se ha permitido el acceso a la galería pública del tribunal a 110 personas, entre ellas cinco miembros de la familia de Bo, según la agencia de noticias china Xinhua.

Bo, que hasta marzo del año pasado soñaba con llegar al Ejecutivo central chino, se sienta en el banquillo de los acusados a consecuencia del escándalo surgido como consecuencia de la muerte en noviembre de 2011 del empresario británico Neil Heywood.

En febrero de 2012, la "mano derecha" de Bo, Wang Lijun, quien cumple quince años de cárcel por su participación en el caso, hizo saltar la liebre al buscar asilo en un consulado estadounidense y revelar la implicación de Gu en esa muerte, atribuida hasta entonces a la bebida en exceso.

Bo fue destituido en marzo y Gu, juzgada en agosto del año pasado, fue sentenciada a pena de muerte, con la posibilidad de que se le conmute por cadena perpetua en dos años.

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