MADRID.- Rompiendo tabúes y sembrando polémica. Así estrena Alemania el nuevo año. Y es que el Instituto de Historia Contemporánea ha decidido reeditar un libro prohibido desde la Segunda Guerra Mundial: el Mein Kampf ("Mi lucha") de Hitler. 

El panfleto racista del dictador estará a la venta de nuevo a partir de la próxima semana y costará 59 euros. Su reimpresión es posible porque los derechos de autor expiraron el 31 de diciembre, 70 años después de la muerte del protagonista de la obra.

Hitler escribió la primera parte de su autobiografía, que es también la historia del Partido Nazi (Nacional Socialista Obrero Alemán), en 1924 durante su estancia en prisión tras el primer intento de golpe de Estado, en 1923. El segundo volumen de la misma llegó en 1926, durante un retiro del dictador en la montaña.

Sus sermones propagandísticos dirigidos al exterminio de los judíos y el predominio de la raza aria serán ahora republicados. Eso sí, en una versión comentada y ampliada por los historiadores, que han buscado la fórmula de saltarse la prohibición de publicar cualquier texto que incite al odio. 

En el país germano sí están permitidas versiones que conlleven un fin académico, por lo que esta edición está destinada a desmontar "mitos" y eliminar el "aura de misterio" que provoca, precisamente, su prohibición. Además, los alemanes pueden acceder fácilmente a la versión de la obra en inglés a través de Internet. Y es por ello por lo que el Instituto de Historia Contemporánea que dirige Andreas Wirsching ha decidido llevar a cabo este proyecto a pesar de las alarmas desatadas en las comunidades judías de Alemania y Austria, según argumentaron los encargados del mismo, informa la CNN. 

La nueva versión amplía la original de 600 a 2.000 páginas y se ha retitulado como La lucha de Hitler. Una edición crítica. "Pretende deconstruir rigurosamente la propaganda de Hitler de una manera duradera y de este modo minar el poder simbólico efectivo que aún tiene el libro", aseguraron los historiadores, que argumentan también que "los discursos enfáticos de un demente podrían no haber sido de interés histórico sino se hubieran convertido en una horrible realidad".