El acuerdo internacional secreto TiSA dejará los contratos públicos en manos de las multinacionales
El tratado clandestino entre 50 países contempla acabar de facto con la preferencia nacional en la contratación pública y obligar a los Estados a conceder licitaciones por criterios puramente económicos, cerrando la puerta a considerar parámetros sociales o criterios de interés público o de defensa de derechos o del medio ambiente
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BRUSELAS.-Una alfombra roja a las grandes empresas para que se hagan con los contratos públicos de más de cincuenta Estados, a los que impone criterios para conceder licitaciones: así es el TiSA, el acuerdo que tejen la Unión Europea, Estados Unidos y sus aliados, incluidos varios paraísos fiscales, de espaldas a la ciudadanía, y que supone un nuevo golpe sobre el tablero global de los poderes económicos neoliberales.
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El TiSA sólo permitirá conceder contratos públicos a la compañías que ofrezcan los precios más bajos, por lo que las multinacionales más poderosas tendrán ventaja
Así, el Apéndice del Anexo sobre Contratación Pública que impulsa la UE junto a otros tres países –y frente al que ninguno de los otros participantes se opone formalmente en este texto– pretende establecer un marco de obligado cumplimiento para los Estados firmantes que obligará a los gobiernos nacionales, autonómicos y locales a publicitar todos los procesos de licitación de contratos públicos asegurando que todas las empresas de los países firmantes puedan concursar para hacerse con ellos.
Las empresas podrán pedir explicaciones a los Gobiernos sobre por qué sus ofertas no han sido seleccionadas y solicitar una revisión de la decisión
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Los países deberán establecer los criterios de contratación en base a "especificaciones técnicas basadas en los estándares internacionales", según el texto, que establece también la necesidad de garantizar la "imparcialidad" de las concesiones, acotando "periodos de tiempo apropiados" para concurrir, y garantizando la "transparencia" en las actuaciones de los respectivos Gobiernos, pese a ser un acuerdo internacional que se pretende mantener en secreto.